Empresas y finanzas

Novagalicia pretende vender a fondos 1.000 millones en bonos convertibles

  • El plan, al que se opone el BdE, no contempla la compra de títulos

Novagalicia busca a contrarreloj convencer tanto a los inversores extranjeros como al Banco de España y a Bruselas de su plan de capitalización. Este mes vence el plazo dado por el Gobierno para que la entidad que preside José María Castellano pueda encontrar accionistas que compren al Estado parte de su participación, que alcanza a día de hoy el 91% del capital.

Pero el plan diseñado por el grupo no contempla la adquisición de acciones en manos del FROB, sino la emisión de bonos convertibles en acciones por un valor máximo de 1.000 millones.

De momento, el organismo supervisor se ha mostrado en contra de las intenciones de Novagalicia al no ajustarse a la legalidad. La normativa deja claro que los inversores privados (que son fondos extranjeros) tienen que adquirir una prima del 12,5% los títulos que posee el fondo de rescate tras su nacionalización. Además, por los bonos tendría que pagar una rentabilidad elevada que mermaría sus márgenes y, por tanto, sus resultados, aunque elevara sus niveles de solvencia.

Los bonos, según explica el grupo en su informe semestral, tendrían derechos políticos por un porcentaje superior al 20% del capital social.

Compromiso con inversores

Según ha declarado Castellano en más de una ocasión, la entidad tiene el compromiso de unos cinco fondos para invertir, aunque la operación estaría condicionada a la situación económica y de los mercados. En un principio, estos fondos habían exigido un esquema de protección de activos (EPA) contra pérdidas de 27.000 millones, idea que fue rechazada de plano por el organismo que gobierna Luis María Linde. Este EPA sería superior al concedido al Sabadell en la adjudicación de la CAM.

El proyecto elaborado por la entidad gallega incluye la recepción de unas ayudas públicas de entre 5.000 y 7.000 millones. No obstante, la cifra podría variar dependiendo de los resultados de los test de estrés elaborados al sector por Oliver Wyman tras las auditorías internas independientes, que se conocerán previsiblemente a finales de este mes.

Tanto los 1.000 millones que quiere captar en el mercado como los hasta 7.000 millones tienen el objetivo de cubrir el saneamiento exigido a cierre de año como el déficit de capital que presentaba a cierre de 2011. Este agujero se ha incrementado en el primer semestre del presente ejercicio, después de que Novagalicia haya registrado unas pérdidas de 1.400 millones. Estos números rojos se explican por las provisiones que ha realizado de 1.638 millones. También ha tenido que deteriorar el valor de algunas participadas, como Sacyr e Itinere.

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