ESTRASBURGO, Francia (Reuters) - Europa dio un paso más hacia una unión bancaria el miércoles al revelar un plan para que el Banco Central Europeo (BCE) controle a los bancos de la región, la piedra angular de una mayor integración fiscal diseñada para poner fin a años de crisis financiera y económica.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso formuló la propuesta en su discurso anual del "Estado de la Unión", trazando un camino hacia una mayor integración económica y fiscal para apuntalar el futuro del euro.
"La crisis ha demostrado que aunque los bancos, se volvieron transnacionales, las normas y la supervisión se mantuvieron nacionales", dijo Barroso a los miembros del Parlamento Europeo. "Tenemos que avanzar hacia decisiones comunes de supervisión, a saber dentro de la zona euro", agregó.
"El mecanismo de supervisión único propuesto hoy creará una arquitectura reforzada, con un papel central para el Banco Central Europeo (...) Que será la supervisión de todos los bancos de la zona euro", explicó.
Las reformas bancarias propuestas, que deben ser aprobadas por los estados miembros de la UE, tienen como objetivo romper el vínculo entre los países muy endeudados y sus bancos con dificultades, abordando un elemento central de la crisis de deuda que ha afectado a Europa desde principios de 2010.
España, que está tratando de reducir su déficit presupuestario en medio de una recesión, ya ha solicitado hasta 100.000 millones de euros en ayuda europea para rescatar a sus bancos más endeudados.
Para que el plan funcione, se requiere que los países renuncien a cierto grado de soberanía sobre la supervisión de sus bancos. Esto ha sido durante mucho tiempo una responsabilidad nacional, y la propuesta ya ha provocado tensiones con Alemania y Reino Unido.
Una unión bancaria prevé tres medidas: que el BCE tenga la facultad de supervisar todos los bancos de la zona euro y otros en la UE más amplia que acepten el control, el establecimiento de un fondo para cerrar los bancos en problemas, y un plan de pleno derecho para proteger los depósitos de los ciudadanos en toda la zona euro.
El establecimiento de un marco común para lidiar con los bancos en problemas marcaría un alejamiento del enfoque previo e improvisado adoptado por el bloque de 17 miembros que ha frustrado a los inversores y ayudado a elevar los costes de endeudamiento para los estados más débiles.
"El reto es gigantesco", dijo Nicolas Veron, un experto en la política financiera de la UE del centro de estudios Bruegel. "No es sólo una unión bancaria. La reforma bancaria es parte de un programa más amplio de integración que se ha hecho más urgente por la crisis", indicó.
La entrega de poderes de supervisión al BCE también abre la posibilidad de que brindar ayuda directa a los bancos a través del fondo permanente de rescate del bloque, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), aunque no está claro cuándo España y otros se beneficiarían.
Bajo los términos de la propuesta, el BCE estaría a la cabeza del actual sistema fragmentado de los reguladores nacionales, con el poder de fiscalizar, sancionar e incluso cerrar bancos en toda la zona euro.
El BCE también ganaría poderes para vigilar de cerca la liquidez de los bancos y les obligaría a mantener más capital para protegerse contra pérdidas futuras.
Llegar a un acuerdo sobre los términos de la unión puede ser complicado, retrasando la introducción del nuevo régimen más allá de la meta fijada por los líderes de la zona euro de inicios del próximo año.
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