Empresas y finanzas

Bruselas quiere que el BCE supervise a todos los bancos pese a la oposición de Alemania

  • El BCE podrá retirar la ficha bancaria y sancionar a las incumplidoras
Jose Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. Foto: Archivo

La Comisión Europea ha propuesto hoy encomendar al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de todos los bancos de la Eurozona a partir de 2014, otorgándole nuevos poderes para retirar la ficha bancaria y sancionar a las entidades incumplidoras.

Bruselas desoye así la resistencia de Alemania, que quiere limitar el poder del supervisor único a las entidades sistémicas más grandes. La iniciativa choca también con las reservas de Reino Unido y los países del este de Europa, que temen que el BCE acumule demasiado poder y que ellos queden excluidos.

En un intento de aplacar estas dudas, Bruselas deja claro que las reglas para el sector serán elaboradas por la Autoridad Bancaria Europea, donde están representados los 27.

Primero, los rescatados

En una primera fase, desde enero de 2013, el instituto emisor asumirá el control de los bancos que hayan recibido ayudas públicas, abriendo así la puerta a la recapitalización directa. A partir de julio de 2013, el BCE pasará a vigilar también a las entidades sistémicas, mientras que el 1 de enero de 2014 se encargará ya de las alrededor de 6.000 entidades que hay en la Eurozona.

El objetivo de esta iniciativa, que ha sido presentada por el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en su discurso sobre el estado de la Unión ante la Eurocámara, es romper el "círculo vicioso" entre deuda soberana y deuda financiera y avanzar hacia una unión bancaria.

"Este nuevo sistema, con el BCE en el centro e implicando a los supervisores nacionales, restaurará la confianza en la supervisión de todos los bancos de la eurozona", ha sostenido Barroso, que ha reclamado una tramitación rápida de la propuesta para que ya esté operativa a principios de 2013. "En el futuro, las pérdidas de los banqueros ya no se convertirán en deuda de los ciudadanos, poniendo en duda la estabilidad financiera de países enteros", ha apuntado.

En cuanto a la oposición de Berlín, que reclama que el poder del BCE se limite a las entidades sistémicas, la Comisión replica que "como hemos visto en los últimos años, incluso bancos pequeños pueden ser sistémicos y causar turbulencias financieras, como Northern Rock, Anglo Irish y Bankia", según ha dicho el vicepresidente y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

El Ejecutivo comunitario asegura que su propuesta encuentra el "equilibrio adecuado" entre las tareas del BCE y las de los supervisores nacionales. El BCE tendrá la última palabra en las decisiones "clave", mientras que el trabajo diario de supervisión seguirá en manos de las autoridades nacionales.

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