Nissan, que había planteado a los sindicatos la necesidad de adoptar nuevas medidas de flexibilidad para poder optar a la fabricación en Barcelona de 24.500 nuevas unidades de la nueva "pick up", ha anunciado hoy que los contactos con los sindicatos han acabado sin acuerdo.
En un comunicado, la multinacional japonesa ha reprochado a los representantes sindicales su actitud y ha avisado de que "si quiere seguir creciendo y optar en el futuro a mayores volúmenes o nuevos modelos, sigue siendo imprescindible que mejore su competitividad en costes y flexibilidad para adaptarse mejor a las necesidades del mercado".
La planta de Nissan en la Zona Franca ya tenía adjudicada la producción de 60.000 unidades de esta "pick up" y ahora la dirección pretendía sumar a éstas otras 24.500, que se destinarían al mercado de Oriente Próximo.
"Es difícil de entender cómo una propuesta con medidas de competitividad que ya aplica en otras fábricas en España, así como otras empresas del sector de la automoción aplican también en este país, no haya sido aceptada en esta ocasión", asegura la empresa.