
La agencia de calificación no tiene dudas. A pesar de la desaceleración inmobiliaria y del cambio de ciclo económico que se avecina, los bancos no van a tener problemas para abordar "el complejo" 2008. Según indica la firma, la fuerte capacidad para captar ingresos de su red minorista y a su gestión de riesgo, entre otros, son los principales factores que ayudarán a las entidades financieras a mantenerse a flote.
El buen marco regulatorio en que se desenvuelve y su alta eficiencia son otros de los motivos que la firma esgrime para fundamentar que la banca española no se enfrentará a problemas en el escenario de incertidumbre.
Los resultados de la mayoría de grandes bancos españoles fueron sólidos y no se vieron afectados por los efectos de la crisis de las hipotecas basura originada en Estados Unidos, dada su mínima o inexistente exposición a productos complejos estructurados, señala Fitch.
Un reto
La responsable del equipo de Instituciones Financieras de Fitch, Carmen Muñoz, advierte de que "este año será un reto para los bancos, a medida que el crecimiento se ralentice hasta el 2,5% pronosticado, arrastrado por la desaceleración de la construcción, y ante el mantenimiento de las tensiones de liquidez en los mercados internacionales.
No obstante, precisó que la firma "no tiene mayores preocupaciones sobre los niveles de liquidez de los grandes bancos españoles", ya que cuentan con una reconocida proporción de ingresos procedentes de los depósitos de su clientela y se caracterizan por su diversificación y estabilidad.
Así, Fitch pronostica que Santander y BBVA gozarán de "una fuerte rentabilidad" este año, gracias a sus negocios, diversificación geográfica y fuertes redes de sucursales en los principales mercados, a lo que se añade las buenas perspectivas sobre las economías latinoamericanas, donde tienen presencia.
Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular tienen una mayor exposición a la economía española, pero también gozan de una fuerte red de oficinas, que requerirán un mayor esfuerzo en el negocio de créditos no hipotecarios, así como de los depósitos.