Washington, 16 mar (EFECOM).- El banco de inversión Bear Stearns está negociando su venta a la entidad financiera JP Morgan Chase, después de que tuviera que reconocer problemas de liquidez y sus acciones se desplomaran el viernes en la Bolsa de Nueva York.
Según las ediciones digitales de los diarios económicos Financial Times y Wall Street Journal, ambas partes intentan llegar a un acuerdo antes de la apertura el lunes de los mercados bursátiles en Asia.
Los dos bancos trabajan a contrarreloj para cerrar el acuerdo y evitar que la crisis financiera de Bear Stearns, el quinto mayor banco de inversión de Estados Unidos, perjudique a otras instituciones.
El viernes, el consejero delegado de Bear Stearns, Alan Schwartz, reconoció a través de un comunicado que la liquidez del banco "se ha deteriorado de forma significativa".
"Bear Stearns ha estado expuesto a multitud de rumores en el mercado sobre nuestra liquidez. Hemos tratado de hacer frente y disipar los rumores y separar los hechos de la ficción. Sin embargo, debido a esos comentarios del mercado, nuestra liquidez se ha deteriorado de forma significativa en las últimas 24 horas", dijo.
El pasado martes Schwartz todavía aseguró que el banco de inversión no tenía problemas de liquidez y desmintió los rumores que circulaban en Wall Street al respecto.
El anuncio de Bear Stearns provocó una gran turbulencia en Wall Street y propició la intervención del banco JP Morgan Chase y del banco de la Reserva Federal de Nueva York.
La Fed decidió proveer financiación a Bear Stearns, "por un período inicial de hasta 28 días" para impedir que se hunda y arrastre a otras empresas financieras.
Tras el anuncio de Schwartz, las acciones del banco se desplomaron en la Bolsa de Nueva York al caer un 47,37 por ciento hasta los 30 dólares y lastraron al resto de las firmas financieras, que en su conjunto bajaron un 3,72 por ciento.
Según los cálculos del Wall Street Jorunal, la sede del banco en la Avenida Madison podría estar valorado en 1.200 millones de dólares y su negocio de banca alcanzaría unos mil millones de dólares, con lo que el precio de la venta sumaría 2.200 millones, menos de 20 dólares por acción.
Fuentes cercanas a las negociaciones citadas por el Wall Street Journal describieron las conversaciones como frágiles, lo que significa que en cualquier momento se pueden romper.
Además del precio, que aún se estaría negociando, queda otra cuestión en el aire y esa es cuánto riesgo quiere asumir JP Morgan en cualquier tipo de transacción y con qué negocios quiere quedarse.
Si no encontrase comprador, Bear Stearns se ha preparado declarar su insolvencia, lo que podría ser el escenario más probable su las negociaciones con JP Morgan fracasasen.
Con independencia de lo que resulte de las negociaciones, los accionistas, entre ellos los empleados, serían los grandes perdedores, pues los títulos del banco de inversión no ha cotizado por debajo de los 20 dólares desde 1995.
Un hipotético acuerdo aún requeriría la autorización formal de la Reserva Federal, según el diario económico.
El temor en este momento es que si Bear Stearns se va a pique, el banco se verá forzado a vender los títulos de hipotecas de alto riesgo a precios de ganga.
Eso haría caer el valor de esos activos todavía más y podría afectar la solvencia de muchos otros grandes bancos.
Si otras grandes instituciones financieras se vieran afectadas podría endurecerse más el acceso al crédito en toda la economía, lo que a su vez frenaría la actividad en EE.UU., que, según un número creciente de expertos está ya en recesión. EFECOM
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