Empresas y finanzas

Falciani, el hombre que puso en jaque a Botín, un dolor de cabeza para la Justicia española

Hervé Falciani en una imagen de archivo.

Se llama Hervé Falciani y su caso se ha convertido en un quebradero de cabeza para la Justicia española. Este ex informatico del HSBC en Ginebra que copió en su ordenador 130.000 cuentas bancarias, que luego sirvieron a los servicios fiscales de varios países para descubrir a miles de contribuyentes- entre ellos el propio Emilio Botín- que pusieron su dinero en Suiza para evadir impuestos, es considerado un criminal por Suiza por violar el secreto bancario, un delito que no existe en España y por el que fue detenido el 1 de julio en Barcelona. Desde entonces espera la decisión de la justicia española sobre su extradición.

Todavía es pronto y la posición a seguir por parte de España todavía no está decidida, pero la Fiscalía de la Audiencia Nacional ya se inclina por no apoyar la extradición ya que tiene dudas de que Falciani pueda ser entregado, ya que la ley de Extradición exige que los hechos por los que se le vaya a juzgar en Suiza sean delito en España, algo de lo que el Ministerio Público tiene dudas. De hecho, La ley de Prevención del Blanqueo de Capitales fija una obligación general de denunciar cualquier indicio de evasión, según fuentes del tribunal.

Además, el ex informático del HSBC durante su comparecencia el pasado 9 de agosto ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, ofreció su total disposición a colaborar para tratar de encontrar a nuevos defraudadores españoles que tienen dinero en Suiza.

Sin embargo, la fiscalía suiza, en su demanda de extradición enviada al tribunal español, aseguraba que la información que el francoitaliano recopiló supone "una parte importante, si no la casi totalidad, de las actividades económicas que el banco HSBC ha mantenido con sus clientes durante, al menos, los diez últimos años".

¿Robin Hood o pirata informático?

Gracias a sus datos, 4.200 contribuyentes franceses se presentaron ante el fisco para regularizar su situación. También España ha utilizado esos ficheros, después de que el Gobierno francés se los facilitase. La Agencia Tributaria los usó para conseguir "la mayor regularización de la historia del fisco", como dijo el exsecretario

de Estado de Hacienda Carlos Ocaña en octubre de 2010. Las cuentas de contribuyentes españoles recogidas por Falciani son 3.000 y, hasta el momento Hacienda ha descubierto a, al menos, 659 defraudadores. Entre los contribuyentes con obligaciones con Hacienda estaba el presidente del Santander Emilio Botín, que tuvo que abonar 200 millones.

Pero Falciani podría no haber hecho esto de forma desinteresada y según sus detractores habría intentado negociar la venta de los datos sustraídos en HSBC al Banco Audi de Beirut (Líbano).

Hasta el momento se desconoce si el informático tiene aún alguna copia en bruto de ese material o puede proporcionar información adicional más allá de las 130.000 cuentas de las que la fiscalía francesa se incautó durante un registro en su casa el 20 de enero de 2009. La fiscalía española también quiere saber lo que Falciani pueda aportar para investigar otros delitos en este país.

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