Empresas y finanzas

La calma de los precios en febrero allana el camino a nuevas bajadas de tipos

Washington, 14 mar (EFECOM).- La inflación de EEUU se mantuvo sin cambios en febrero, debido principalmente a una inesperada caída de los precios de la energía, lo que facilitará una nueva bajada de tipos de interés, que podría ocurrir la próxima semana

Según el Departamento de Trabajo, el hecho de que la inflación no subiera en febrero hizo que la tasa interanual se situara en el 4 por ciento, frente al 4,3 por ciento del mes anterior.

"Vivimos tiempos duros", dijo el presidente George W. Bush en un discurso ante el Club Económico en Nueva York. "Los precios suben en la estación de gasolina y en la tienda de alimentos".

La inflación subyacente, o núcleo del IPC que excluye los precios de alimentos y energía, también se mantuvo sin cambios en febrero -por primera vez desde noviembre de 2006 - y se situó en el 2,3 por ciento en un año.

Esto está por encima de la franja de inflación, del 1 al 2 por ciento, que la Reserva Federal considera aceptable y saludable para la economía de Estados Unidos.

El informe de hoy acentuó las probabilidades de que la Reserva Federal, en su reunión de la semana próxima, afloje otra vez su política monetaria y permita una reducción de las tasas de interés para contrarrestar la desaceleración de la economía.

El informe de hoy señaló que los precios de la energía bajaron en febrero un 0,5 por ciento, la mayor caída desde agosto, después de un incremento del 0,7 por ciento el mes anterior.

Pero los precios del petróleo importado han vuelto a subir en marzo, por lo que el alivio que tuvo la inflación el mes pasado podría desaparecer en las próximas semanas.

El IPC es la medida más amplia que hace el Gobierno del coste de bienes y servicios. Casi el 60 por ciento del IPC lo cubren los precios que los consumidores pagan por servicios que van desde consultas médicas, a entradas del cine y pasajes de aerolíneas.

Los precios de los alimentos, que representan casi la quinta parte del IPC y habían subido un 0,7 por ciento en enero, aumentaron en febrero un 0,4 por ciento y marcaron un incremento interanual del 6,5 por ciento.

En todo 2007 el IPC subió 4,1 por ciento, esto es el mayor incremento en 17 años, como resultado de los aumentos en los costos de energía y alimentos.

Las intervenciones de la Administración Bush y de las autoridades bancarias para impedir que la crisis del crédito causada por las hipotecas de alto riesgo se convierta en una recesión tienen el potencial de estimular la inflación.

Bush aseguró hoy que "en la segunda mitad de mayo unos 130 millones de hogares empezarán a recibir los cheques" con reintegros de impuestos, por un valor combinado de unos 150.000 millones de dólares, bajo un plan de estímulo económico aprobado en febrero por el Congreso.

La idea de la Administración es que si se pone dinero en manos de los consumidores, y se recortan impuestos a las empresas, se reactivará la actividad económica. En EEUU el gasto de los consumidores es más de dos tercios del producto interior bruto.

Por su parte, la Reserva Federal ha inyectado en la economía casi 400.000 millones de dólares desde diciembre, y la mayoría de los analistas cree que aprobará otra rebaja de las tasas de interés en su reunión del próximo martes.

Bush mencionó como positivo el hecho de que ha habido 52 meses consecutivos de crecimiento del empleo durante su Administración y la tasa de desempleo está en el 4,8 por ciento.

Al mismo tiempo, los datos del Departamento de Trabajo muestran que se ha debilitado sustancialmente la creación de empleos y que la tasa de paro bajó dos décimas en febrero porque casi 450.000 personas abandonaron la fuerza laboral. EFECOM

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