Empresas y finanzas

Standard Chartered niega el escándalo sin convencer

El banco británico Standard Chartered ha rechazado tajantemente las acusaciones de las autoridades de Nueva York de negociar con Irán. Desde Londres, el banco ha emitido un comunicado en el que asegura que "cumple" con la regulación y ha anunciado que defenderá su actuación, porque "no cree que la orden emitida por el Departamento presente una imagen completa y precisa de los hechos".

La comisión de valores del principal mercado estadounidense asegura que, durante casi diez años, el banco "conspiró con el Gobierno de Irán y escondió a los reguladores cerca de 60.000 transacciones secretas, que suponían al menos 250.000 millones de dólares (201.000 millones de euros), y que le surtieron unos beneficios multimillonarios en comisiones". Esas acusaciones podrían acarrear al banco la pérdida de la licencia para operar en Wall Street y pérdidas de hasta 5.500 millones de dólares (4.400 millones de euros).

Las acciones del banco británico sufrieron ayer la mayor caída en bolsa en sus 24 años de historia. Las acciones se han desplomado un 16,4% en el parqué de Londres hasta las 1,22 libras. En total, el escándalo ha volatilizado 15.000 millones de su capitalización.

"Institución canalla"

En un informe, el regulador acusa a uno de los mayores bancos de Reino Unido de haber violado las leyes que restringen las transacciones con entidades iraníes debido al peligro de estar apoyando al programa nuclear de Teherán. . El responsable del Departamento de Servicios Financieros (DFS) de Nueva York, Benjamin Lawsky, llega a decir que la entidad opera como una "institución canalla" y que con sus "maquinaciones" ha expuesto al país a los terroristas, traficantes de drogas y a los países corruptos.

Las autoridades estadounidenses han revelado unas conversaciones internas de octubre de 2006 en las que un alto funcionario del regulador, a quien no se identifica, advertía de que las operaciones con Irán podían causar "daños catastróficos en la reputación" e, incluso, podrían acarrear "responsabilidades penales".

Según ese documento, desde la cúpula del banco en Londres respondieron "Jodidos americanos. Quién sois vosotros para decirnos que no tratemos con los iraníes".

Standard Chartered asegura que el 99,9 por ciento de sus transacciones con Irán han cumplido con el reglamento del departamento del Tesoro de EEUU y que el valor total de las transacciones ilegales fue de 14 millones de dólares. "Habíamos informado previamente de que estábamos llevando a cabo una revisión histórica del cumplimiento y discutiendo esa revisión con las agencias de EEUU", asegura el banco en el comunicado.

El DFS también está investigando transacciones similares entre Standard Chartered y otros países sancionados por EEUU como Libia, Myanmar y Sudán.

El banco puede ser multado con 1.500 millones de dólares (1.200 millones) por los reguladores estadounidenses, perder 1.000 millones de ingresos por sus operaciones con Irán y otros 3.000 millones de valor bursátil si se produce la renuncia de sus directivos, según escribe en una nota a los inversores Cormac Leech, analista de Liberum Capital.

Standard Chartered mueve unos 190.000 millones de dólares (153.000 millones de euros) todos los días. La pérdida de la licencia para operar en Nueva York sería un golpe devastador ya que, aunque no tiene operaciones bancarias domésticas en EEUU, pondría en riesgo su capacidad para procesar pagos en dólares para sus clientes con negocios en EEUU y mercados emergentes.

Por lo pronto, los responsables del banco tienen que comparecer en Nueva York el próximo 15 de agosto para explicar a las autoridades las "aparentes violaciones a la ley" y convencerles de "por qué su licencia para operar en Wall Street no debería ser revocada".

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