El grupo bancario Dexia, en proceso de reestructuración, registró unas pérdidas netas de 1.200 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone reducir en un 66 por ciento las que sufrió en el mismo periodo de 2011, cuando ascendieron a casi 4.000 millones de euros.
Las pérdidas cosechadas en el primer semestre de 2012, según un comunicado de la entidad financiera, las atribuyen al aumento de sus costes de financiación.
Las garantías de Estado han costado a la entidad 313 millones de euros entre enero y junio, frente a los 200 millones del mismo período del año precedente.
Asimismo, las pérdidas derivadas de la venta de sus cuatro filiales, entre ellas el Banco Internacional de Luxemburgo (BIL) y la turca DenizBank, ascendieron a 458 millones de euros.