Buenos Aires, 11 mar (EFECOM).- El Gobierno argentino advirtió hoy que aplicará "todo el rigor de la ley" para que el mercado local "esté abastecido", en unos momentos en que se registra una falta de combustible en las gasolineras de Buenos Aires y sus alrededores.
El ministro de Planificación, Julio de Vido, reiteró que con las medidas impulsadas por el Ejecutivo para asegurar la provisión de energía no hay "ninguna razón para que el mercado esté desabastecido".
"En la cadena de distribución hay algunos problemas de abastecimiento que estamos siguiendo con mucho detenimiento y que presiona sobre eso el altísimo precio internacional del crudo", reconoció en declaraciones a la emisora local Radio 10.
Según publica hoy el diario Clarín, en las gasolineras de la capital del país y su populoso cinturón urbano hay grandes aglomeraciones de vehículos por la falta de combustible, que además provoca diferencias de precios y racionamiento de ventas.
De Vido dijo que las nuevas medidas en materia energética anunciadas este lunes por el Gobierno "son de aliento a la producción de hidrocarburos en el territorio nacional", por lo que no hay "ninguna razón para que el mercado esté desabastecido".
Con el plan "Energía total", las autoridades buscan asegurar la provisión de energía de cara al próximo invierno, para cuando se espera un nuevo pico de consumo que pueda evidenciar la insuficiencia de gas, electricidad y combustibles líquidos.
Al presentar el programa, De Vido anunció que el país importará gas natural licuado y propano equivalente a entre cinco y ocho millones de metros cúbicos diarios de gas natural durante los 90 días de la próxima temporada invernal.
Además, indicó que Argentina seguirá importando desde Bolivia tres millones de metros cúbicos de gas natural diarios y señaló que espera "incrementar este volumen en unos dos millones de metros cúbicos más en los días invernales".
De Vido también anunció que se planea incrementar los impuestos a la exportación de gas y sus derivados.
Un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió la semana pasada que las empresas se preparan para pasar un invierno con poca energía y para ello la mayoría de ellas compraron generadores, cambiaron turnos de producción y distribuyeron lámparas de bajo consumo.
El Gobierno argentino reconoció en enero que existen problemas en el sistema energético, que funciona al límite de su capacidad desde 2007, cuando se racionó el suministro a las industrias y hubo cortes en la provisión de gas.
Además se acentuaron los cortes y racionamientos de las exportaciones de gas a Chile, que habían empezado en 2004, cuando aparecieron las primeras señales de una crisis que los expertos atribuyen a la falta de inversiones en el sector energético. EFECOM
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