
Uno de los puntos clave que aborda la querella de UPyD admitida a trámite por la Audiencia Nacional contra BFA-Bankia y sus exadministradores es la salida a bolsa de la entidad el pasado verano. La operación, que fue considerada desde todas las instancias como cuestión de Estado por la situación de inestabilidad, salió adelante tras la aplicación más blanda de la regulación del mercado de valores por parte de la CNMV. Esta institución no ha sido inculpada por el tribunal número 4 de la Audiencia Nacional, pero su presidente, Julio Segura, ha sido citado como testigo. La querella 'olvida' a cinco consejeros de Bankia y BFA en la época de Rato.
El real decreto 1310/2005 establece que en las emisiones deberá aportar "al menos, los tres últimos ejercicios en el caso de valores participativos, y los dos últimos ejercicios en los demás casos". Además, sostiene que "los estados deberán haber sido preparados y auditados de acuerdo con la legislación".
Entre la documentación entregada que se hizo pública por parte de la entidad se encontraba tan sólo las cuentas consolidadas del primer trimestre de 2011, auditados por Deloitte, además de las correspondientes al ejercicio 2010 proforma (contabilización simulada sin auditar de manera global de las siete cajas que conformaban Bankia). Bankia también aporta los resultados agregados de sus socias (Caja Madrid, Bancaja, Ávila, Segovia, Insular, Laietana y Rioja) de 2009.
La normativa estipula tres circunstancias especiales por las que el supervisor puede permitir una menor información sobre las cuentas, pero ninguna se correspondía con las características de la oferta pública lanzada por Bankia. Ni se traba de emisiones de objeto especial, como titulizaciones o valores garantizados, ni las acciones iban a cotizar en el segmento especial denominado nuevo mercado, ni los inversores disponían de la información necesaria para formarse un juicio fundado sobre el emisor.
Riesgos
Esta última es la que más dudas podría suscitar sobre la actitud tomada por la CNMV, pero en el folleto de salida a bolsa Bankia advierte, entre los riesgos para los inversores, que la información "podría no ser representativa ni comparable con los resultados operativos, la situación financiera y los flujos de caja del grupo". Incluso iba más allá y alertaba de que los datos financieros "pueden no representar la realidad de los que hubiera sido Bankia de haberse integrado los negocios financieros, bancarios y parabancarios de la matriz BFA antes del 1 de enero de 2010".
La información sobre la evolución es fundamental para que los inversores, ya sean institucionales como minoristas, puedan hacerse una idea de la situación de un emisor y poder hacer extrapolaciones sobre el futuro para poder decidir si arriesga o no su dinero.
En su momento, responsables de Bankia alegaban que era muy difícil realizar una contabilización proforma de las cuentas de tres años debido a la complejidad del proceso y a la reciente creación del banco y de su matriz (se fundó en 2010).
La CNMV pasó por alto la legislación ante la presión que se estaba ejerciendo desde distintos ámbitos, entre ellos el Gobierno, para que la operación saliera adelante al precio que fuera para intentar devolver la confianza a los mercados sobre el sector y sobre España. El debut de Bankia en el parqué era la consecuencia de un decreto de Elena Salgado para que las entidades reforzaran su solvencia, con lo que la entidad que presidía Rodrigo Rato necesitaba conseguir capital.
Ahora, la querella de UPyD pone el acento en la colocación de las acciones. En la denuncia, el partido político se sorprende de que a una sociedad de reciente creación, "que carece de cuentas consolidadas de ejercicios anteriores debidamente auditadas se le permitiera salir a bolsa". "Causa estupor", indica, ya que los únicos datos auditados disponibles son los del primer trimestre, mientras que el resto se aportan a efectos ilustrativos "partiendo de determinadas hipótesis".
Bankia se estrenó en bolsa el 20 de marzo a 3,75 euros. Ayer cerró a 0,91 euros por título, lo que supone un descenso del 75,7 por ciento. Esta caída obedece principalmente a los últimos acontecimientos acaecidos, como la repentina marcha de Rodrigo Rato de la presidencia, la llegada de José Ignacio Goirigolzarri, la nacionalización y el destape de un agujero de hasta 23.500 millones de euros.
Previsiblemente, el presidente de la CNMV tendrá que dar explicaciones ante el juez sobre la decisión del organismo regulador que preside de haber aprobado la salida a bolsa de Bankia en el momento en que sea citado. En calidad de testigos acudirán también a la Audiencia Nacional, el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el socio de Deloitte, Francisco Celma, y el Frob.