Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - El aumento de los casos deenfermedad celíaca en los bebés y niños de Suecia no estuvoasociado con las vacunas infantiles, según confirmó un estudio.
La enfermedad celíaca es un trastorno digestivo que causa larespuesta inmunológica anormal al gluten, una proteína deltrigo, el centeno y la cebada. Daña la pared interna delintestino delgado, lo que interfiere con la absorción orgánicade los nutrientes.
Entre 1984 y 1996, Suecia registró una "epidemia" deenfermedad celíaca en los menores de dos años, es decir, unaumento cuatro veces mayor que la tasa habitual de laenfermedad, que afecta al 1 por ciento de la población.
La epidemia terminó abruptamente. Desde entonces, loscientíficos trataron de explicarlo. En el nuevo estudio,publicado en Pediatrics, un equipo halló que las variaciones delprograma nacional de inmunizaciones de Suecia no se relacionaroncon la oportunidad de la epidemia.
De hecho, la introducción de la vacuna contra la tosconvulsa estuvo asociada con una reducción de la cantidad decelíacos.
Luego, el equipo comparó a los niños con y sin enfermedadcelíaca sin hallar relación alguna entre la vacunación y elriesgo de desarrollar el trastorno.
"Fue un buen estudio, realizado cuidadosamente", dijo eldoctor Joseph A. Murray, director del Programa de EnfermedadCelíaca de la Clínica Mayo, Rochester, Minnesota, y que noparticipó del estudio. "Avanza para demostrar que la vacunaciónno explica la epidemia de enfermedad celíaca de Suecia".
Entonces, ¿qué podría explicarla? Según estudios previos, lamodificación de la dieta infantil lo haría en parte, opinó ladoctora Anna Myleus, que dirigió el estudio. "E mensajeimportante" del estudio es que las inmunizaciones infantiles nosería un factor de riesgo de la enfermedad celíaca, destacó.
El aumento súbito de la enfermedad en los bebés de Sueciafue inusual. Murray comentó que nunca hubo un patrón similar enlos bebés y los niños pequeños de Estados Unidos.
Actualmente, los expertos recomiendan la lactancia maternaexclusiva los seis primeros meses de vida y, recién entonces,incluir cereal de arroz y otros alimentos sólidos.
Los nuevos resultados surgen del registro nacional deenfermedad celíaca infantil de Suecia. El equipo de Myleusanalizó si la modificación del programa de inmunizacionesinfantiles del país se correlacionaba con el inicio o el finalde la epidemia de 1984-1996.
Además, el equipo comparó a 392 bebés celíacos con 623 bebéssin la enfermedad de la misma edad y de la misma zona de Suecia.
En general, la modificación del programa no coincidió con elperíodo epidémico ni hubo evidencia de que los bebés quedesarrollaron la enfermedad celíaca tuvieran tasas distintas devacunación contra la tos convulsa, el sarampión, las paperas yla rubeola o la H. influenza tipo B.
La única excepción fueron los bebés vacunados contra latuberculosis; ellos tenían bajo riesgo de desarrollar enfermedadcelíaca. Pero eso, para los autores, no significa necesariamenteque la vacuna BCG sea protectora.
En Suecia, la BCG se administra sólo a los niños con altoriesgo de padecer tuberculosis, principalmente los inmigrantes.Y ellos tendrían bajo riesgo de ser celíacos por distintosmotivos.
En Estados Unidos no hubo una "epidemia" de bebés celíacos,pero la cantidad de personas con la enfermedad está creciendo."Considero crucial determinar por qué hay más enfermedad celíacaactualmente", dijo.
El único tratamiento disponible es la dieta libre de glutende por vida. En la mayoría de los casos, su cumplimiento evitalos síntomas, como el dolor y la inflamación abdominal y ladiarrea, y permite que el daño intestinal comience a curarse.
Pero los productos sin gluten son más costosos que lasversiones comunes. Y Murray dijo que tampoco deberíaconsiderarse que el gluten es un "villano" que todos deberíamosevitar.
"Si alguien sospecha de que podría tener enfermedad celíaca,debería consultar al médico antes de iniciar una dieta libre degluten", destacó.
FUENTE: Pediatrics, online 25 de junio del 2012.