Paradores ha puesto en marcha un plan de ajuste para regresar a la senda de la rentabilidad. Entre las medidas que están sobre la mesa, la cadena estatal ha planteado el cierre parcial y temporal de los paradores en pérdidas, que el año pasado supuso el 25% de la red. El plan prevé que se clausure o bien el negocio de hospedaje (que aporta el 46% de los ingresos) o bien el de restauración (que suma el 50% de la facturación total) en función de la rentabilidad y los resultados que aporten al establecimiento. En principio, el cierre será temporal en función de los picos de demanda y las temporadas.
El parador de Puerto Lumbreras (Murcia) va a ser el primero en acogerse a esta medida de ahorro. La cadena pública ha asegurado que se cerrará parcialmente en breve y todo apunta a que sólo se mantendrá abierto el restaurante. Esta medida coincide con la inauguración del reformado parador de Lorca, que está a menos de 20 kilómetros de Puerto Lumbreras.
Recortes y subidas de precios
Esta medida, que busca sanear la compañía estatal y mejorar su rentabilidad, va de la mano de otros planes de ajuste que contemplan un ahorro en los costes laborales del 15% y la renegociación de los contratos con proveedores, así como una eventual subida de los precios. "La empresa lo que busca son reducciones de costes a través de la flexibilidad y nunca reducciones de plantilla ni salariales", aseguró a Europa Press Ángeles Alarcó, presidenta de Paradores desde principios de febrero. La renegociación de convenio colectivo le ha supuesto a la presidenta afrontar su primera manifestación de protesta. Los representantes de los trabajadores se concentraron ayer ante la puerta de la sede de Paradores para reivindicar sus derechos, ya que acusan a la empresa de querer eliminar los premios de jubilación, el plan de pensiones, la pérdida de los festivos abonables, etc.
Los criterios de austeridad buscan devolver a la cadena a beneficios en 2015 y contentar a la banca para refinanciar su deuda de 110 millones. La red cerró 2011 con unos números rojos de 35 millones y este año prevé registrar un resultado negativo de 25 millones, con lo que acumula pérdidas de 100 millones desde 2009.
¿Una colaboración público-privada?
