Marcelino Botín es uno de los españoles que triunfan en la Copa del América, cuya edición número 32 se está preparando ya en el puerto de Valencia para concluir a mediados de 2007.
Uno de ese grupo de regatistas y diseñadores desconocidos por el público en general que tuvieron muchas ofertas antes de que naciera el Desafío Español (equipo que representa a España bajo el patrocinio de Iberdrola) y que, al final, tuvo que decir sí a otro equipo no español.
Fichó por el Fly Emirates New Zealand, uno de los favoritos para arrebatarle al suizo Alinghi la copa más antigua de vela y que cuenta con un presupuesto de 90 millones de euros patrocinado por Toyota y la cervecera Estrella Damm. Con ellos ha diseñado el casco de su primer velero de esta Copa, el NZL-84. "Me siento muy partícipe en un equipo que no es tan lujoso como otros -el suizo Alinghi o el estadounidense BMW Oracle- y en el que muchas empresas de Nueva Zelanda nos han donado hasta las mesas para poder participar", asegura.
A Botín se le conoce por su valía en cuanto al diseño de barcos. Se pasea en pantalón corto y camiseta gris clara como un experto más que asesora a los técnicos navales que buscan en el diseño del velero las mejores prestaciones para ganar en velocidad sobre el mar: "Jugar con el viento en modo de reto para ganar en tiempo y en rapidez", afirma Botín a este diario.
Su pasión, los barcos
En Valencia se le conoce como arquitecto naval, pero también lleva sobre su espalda el enorme peso de su apellido, vinculado a la tradición banquera de los Botín. Marcelino, como se le conoce por las vigiladas y exclusivas calles del recinto portuario de Valencia que alberga los veleros de la Copa del América, es hijo de Jaime Botín, único hermano de Emilio Botín, actual presidente del Banco Santander Central Hispano.
Nació en Santander hace 44 años y se ha empapado de la tradición náutica de la familia Botín, apasionada por la vela en las bravas costas cántabras. "Empecé a navegar a los diez años en Santander y proseguí mi pasión por el mar formando como arquitecto naval en Southampton, Inglaterra (el último puerto del que partió el Titanic en 1912 antes de iniciar su primera y última travesía en el Atlántico norte)", explica. Cuando Andy Claughton, el diseñador jefe del New Zealand, le llamó hace tres años, Botín se dejó tentar por los neozelandeses.
Héroe en Nueva Zelanda
Ahora, de su valía está pendiente una nación de cuatro millones de habitantes, situada a las antípodas de España, en el que la vela y el rugby son los deportes más seguidos. Nueva Zelanda conquistó la Copa del América en 1995 y la perdió en 2003, ante el Alinghi suizo. "Tengo una oficina de diseño de barcos en Santander que se llama Botin-Carkeek Yachtdesign y me ha dado experiencia antes de que solicitaran mis servicios en la Copa del América". Botín se muestra discreto sobre su tío. De hecho, el Banco Santander es uno de los exclusivos patrocinadores de la Copa del América, al aportar más de un millón de euros.
Botín vive la mayor parte de su tiempo en Valencia y visita a su mujer y dos hijos regularmente en Santander. Pronto viajará unos meses a Nueva Zelanda para preparar los entrenamientos en el verano austral. "Es duro coordinar mi vida familiar, pero es mi pasión, junto con mi apoyo al Racing", confiesa.