MADRID (Reuters) - Luis María Linde sustituirá a Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la cúpula del Banco de España y será el encargado de recuperar la confianza en la institución y en la banca española en un momento crítico para el sector que podría ser receptor de ayuda financiera externa.
Linde será formalmente propuesto como nuevo gobernador del banco emisor español por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al rey Juan Carlos I, manifestó el jueves el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Entre los candidatos a suceder a Fernández Ordóñez, que adelantó su salida del banco emisor en un mes al 10 de junio, figuraba también el actual consejero del Banco Central Europeo José Manuel González-Páramo.
De Guindos también propuso como subgobernadora de la institución a Soledad Núñez, que con el anterior gobierno del PSOE ocupó el cargo de directora general del Tesoro Público y Política Financiera.
El ministro de Economía subrayó el jueves la larga experiencia de Linde en el Banco de España, donde hasta el año 2000 fue director general de Asuntos Internacionales.
Linde, de 67 años, sólo dispondrá de tres años para asumir la ardua tarea de recuperar la confianza en la institución y en el sector bancario español, muy dañado por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007, ya que la ley de autonomía de la institución central contempla la jubilación del gobernador a los 70 años.
Con la decisión del titular de Economía se recupera la tradición no escrita de contar con el consenso de los dos partidos políticos mayoritarios a la hora de designar a la cúpula del Banco de España.
Esta práctica se rompió cuando Pedro Solbes, ministro de Economía en la primera y segunda parte de la legislatura del Ejecutivo encabezado por el PSOE, nombró en 2006 al gobernador ahora saliente.
BANCO DE ESPAÑA BAJO PRESIÓN
La salida anticipada de Fernández Ordóñez al frente del Banco de España se ha producido en medio de la mayor crisis financiera en la historia de España y tras sufrir duros ataques políticos y mediáticos por la situación de los bancos.
Tras la aprobación de dos reales decretos para reformar los bancos en cuatro meses, el 11 de junio las entidades financieras tienen que presentar los planes de saneamientos para cumplir con las nuevas exigencias del Gobierno en su intento de despejar dudas sobre el estado de salud de la banca española.
La apresurada marcha de Fernández-Ordóñez se produjo apenas cuatro días después de que el grupo BFA-Bankia anunciara que pedirá unas ayudas públicas récord de unos de 23.500 millones de euros, las mayores de la historia financiera española.
El gigantesco apoyo público desvelado, junto con la valoración independiente que van a hacer auditores externos de la situación de la banca española, ha cuestionado la labor de supervisión del banco central antes y durante la crisis, incluyendo constantes críticas más o menos veladas desde el Gobierno.
El diputado de Convergencia i Unió (CiU), Josep Sánchez Libre, manifestó que "hoy desgraciadamente el Banco de España no tiene credibilidad en los mercados internacionales" y consideró necesario "recuperar la seriedad de una institución como el Banco de España y también el respeto ante todas las entidades financieras nacionales como internacionales".
Por su parte, el diputado socialista Valeriano Gómez subrayó la necesidad de que "termine de una vez esta política ciega y absurda que está poniendo cada día en la picota el papel del Banco de España".
La designación de Linde también se produce unos días antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publique el resultado de su examen a la banca española. Dos fuentes financieras dijeron el jueves que el fondo apuntará a un déficit de capital de al menos 40.000 millones de euros en el sector.