"Realia es una oportunidad". El presidente del grupo FCC, Baldomero Falcones, sabe que de las crisis surgen las oportunidades, y la inmobiliaria, en la que está presente con un 30,2 por ciento, sin duda lo es. Su caída de valor en el mercado, el castigo en bolsa "injustificado" y la crítica situación que atraviesa Bankia (propietaria del 27,6 por ciento) parecen el escenario adecuado para incrementar su presencia.
En ese sentido, Falcones no disimuló ayer su interés por llegar a controlar hasta el 45 por ciento de la inmobiliaria de Ignacio Bayón, "pero no más", con lo que descartó cualquier intención de OPA.
"Realia está siendo muy castigada en bolsa, vale mucho más. Yo soy consciente de ello y los analistas también", dijo ayer en Barcelona antes de la celebración de la junta de accionistas. "Con los precios actuales pude interesarnos porque cuenta con un balance saneado, con un buen comportamiento en Francia y con activos magníficos".
Pese a que la semana de vértigo en Bankia le ha impedido coordinar todavía su agenda con el nuevo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, el responsable de Fomento de Construcciones y Contratas reconoció que conversará en los próximos días con los representantes de la entidad para concretar qué tienen previsto hacer con su inversión en la inmobiliaria y, cómo no, con la Torre Kio, la gemela de Realia -que todavía luce el logo de Bankia- y que tiene todas las papeletas para estar en el catálogo de ventas. "Es una torre magnífica y Realia estudia esa posibilidad, como también la estudian otros", dijo Falcones, sin dar nombres.
Otro punto en esa agenda será sin duda el futuro de la concesionaria Globalvía, que controlan a partes iguales.
Desinversiones
La época de desinversiones ya ha pasado -como la torre de FCC a Amancio Ortega- y ahora interesa crecer fuera, pero también dentro de España. En ese sentido, Baldomero Falcones anunció el interés de FCC por la venta del Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid y la presentación de un Plan 2013-2014 para salir de la crisis. Entre los planes de futuro de la compañía está reducir la deuda "a la mitad" respecto al inicio de la crisis, hasta unos 4.500 millones de euros, y con el objetivo de que no supere tres veces el Ebitda.
"Pronto empezaremos a crecer también en España", dijo optimista. El pago de 1.500 millones de deuda de deuda de las Administraciones en unas tres semanas algo tiene que ver.