Madrid, 6 jul (EFECOM).- El profesor titular de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, Jesús G. Regidor, advirtió que el sector agrario tiene un serio problema de rentas y apuntó que la renta agraria real cayó en euros constantes casi un 26% desde 1997 y que sólo el pasado año descendió el 13% por las heladas y sequía.
Regidor hizo esta observación en su balance sobre el año agrario 2005 con motivo de la presentación del informe Agricultura Familiar en España 2006 de la Fundación Estudios Rurales de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
El experto resaltó que el año 2005 no podría haber sido peor consecuencia de las malas condiciones climáticas, las heladas y la sequía, que afectaron, sobre todo, a las producciones vegetales como los cereales (-29,7% en valor), el aceite de oliva (-13,8%), las plantas industriales (-20%) y el vino y el mosto (-26,4%).
Aunque el peso relativo de estos cultivos es de un 20% de la producción, ni siquiera las producciones hortofrutícolas, que representan un 40% de la Producción Final Agraria, lograron compensar el descenso de las anteriores.
Como tampoco las producciones animales que crecieron moderadamente en valor (+2,6%) lograron evitar que al final la caída de la renta agraria en euros constantes fuera del 12,7%.
Sin embargo, señaló que no se trata sólo de un dato coyuntural, ya que la "herencia de ocho años de Gobiernos conservadores ha supuesto acumular una caída de otro 13%, de esta forma el agricultor viene acumulando una pérdida de renta desde 1997 del 26%".
Señaló que la pérdida de renta es el síntoma de un proceso decreciente de la producción agraria en la última década; de un problema de precios agrarios, donde aumentan más exponencialmente los precios pagados por el consumidor pero caen los recibidos; y a otro elemento, el descenso de las ayudas agrarias, que suponen un tercio de la renta agraria.
El experto planteó una serie de cuestiones de futuro para paliar y poner freno a esta caída de ingresos de los agricultores, así, por un lado los agricultores y ganaderos deben mejorar sus producciones y controlar los costes, es decir, aumentar su productividad, pero reconoció que tienen una capacidad limitada para salir de esta situación.
Por otro lado, señaló que la Administración puede tratar de reducir parcialmente estos efectos de malas cosechas y subidas excesivas de costes de producción, pero para ello tendrán que "mejorar las políticas agrarias".
Así, frente al controvertido pago único, la aplicación de la modulación, aseguró, "no puede esperar y este otoño debería aplicarse ya", sobre todo, porque el pago único está creando graves distorsiones que perjudican al mundo rural.
Además, hay que reforzar una agricultura más contractual y asociativa, como un elemento fundamental para asegurar una buena posición negociadora de los precios que suponen dos tercios de la renta del agricultor.
Hizo hincapié en la necesidad de apostar por el desarrollo rural, "el medio rural tiene dificultades para mantener su agricultura" y por ello hay que potenciar políticas en los municipios, "no sólo regadíos", que mejoren las infraestructuras educativas, de empleo en otros sectores, para fijar la población. EFECOM
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