LONDRES (Reuters) - El Banco de Inglaterra decidió no proporcionar otra inyección de dinero en la economía británica ante unas preocupaciones sobre la alta inflación que pesaron más que el riesgo de una prolongada recesión.
El final del programa de compra de activos, o rebaja cuantitativa, puede complicar la vida a la coalición conservadora en Reino Unido, que fue castigada en las urnas la semana pasada en unas elecciones locales, pero después de unas compras por importe de 325.000 millones de libras con dinero fresco, de los cuales 50.000 millones se emplearon en el último trimestre, el banco ha decidido que su política proporciona suficiente apoyo.
El banco central mantuvo además los tipos de interés estables en un mínimo histórico del 0,5 por ciento.
Ambas decisiones estaban previstas, aunque una minoría de economistas todavía piensa que el banco central podría realizar más rebajas cuantitativas.
Los responsables de política del banco central basaron su decisión en las previsiones actualizadas de crecimiento e inflación que anunciará el gobernador Mervyn King la semana próxima.