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El Socialista Hollande derrota a Sarkozy en las elecciones galas

PARÍS (Reuters) - El socialista francés François Hollande obtuvo la victoria el domingo en las elecciones presidenciales, lo que supone un giro a la izquierda en el corazón de Europa que podría generar un alejamiento de las medidas de austeridad impulsadas por Alemania.

Hollande se encaminaba el domingo a una victoria sobre el saliente presidente conservador Nicolas Sarkozy con un decisivo margen, al conseguir un 51,9 por ciento de los votos frente a un 48,1 por ciento de su rival, según la agencia encuestadora TNS-Sofres en una proyección basada en un recuento parcial de votos.

El presidente admitió la derrota unos 20 minutos después el cierre de los últimos colegios electorales a las 20:00 hora local (18:00 GMT), diciendo a sus seguidores que había llamado por teléfono a Hollande para desearle buena suerte.

"Asumo la completa responsabilidad por esta derrota", añadió.

Sarkozy, castigado por su incapacidad para reducir el desempleo récord de Francia de un 10 por ciento y por su áspero estilo personal, es el undécimo líder que pierde unas elecciones desde el inicio de la crisis de la zona euro en 2009.

Los seguidores de Hollande celebraron jubilosos el resultado ante la sede del Partido Socialista y en la plaza de la Bastilla de París, donde en 1985 bailaron los partidarios de François Mitterrand cuando se convirtió en presidente francés.

Pero las celebraciones podrían verse ensombrecidas por la incertidumbre política en Grecia, donde los principales partidos fueron rechazados en las elecciones parlamentarias y los sondeos a pie de urna sugerían que los votantes podrían haber dejado a los políticos a favor del rescate sin una mayoría parlamentaria, generando dudas sobre su futuro en la zona euro.

La clara victoria de Hollande debería dar al socialista, que se describe a sí mismo como una "persona normal", la autoridad para presionar a la canciller alemana, Angela Merkel, a que acepte un cambio hacia las políticas que alienten el crecimiento en Europa, a fin de equilibrarlas con las medidas de austeridad que han desatado el descontento de los ciudadanos en el sur del continente.

Su margen también posiciona a los socialistas en un punto relevante para obtener una mayoría de izquierda en las elecciones parlamentarias de Francia que se celebrarán el mes que viene, un avance vital para cumplir sus planes de aplicar una rápida reforma tributaria.

Si gana en las elecciones legislativas de dos rondas del 10 y el 17 de junio, el Partido Socialista podría contar con la mayor influencia política de sus 43 años de historia, al tener el control de la presidencia, ambas cámaras del Parlamento, casi todas las regiones y dos tercios de las alcaldías francesas.

Hollande, un político de maneras amables y carrera popular, llevaba semanas con una ventaja estable en los sondeos, tras esbozar en enero un amplio programa basado en alzas de impuestos, especialmente sobre los más acaudalados, financiar el gasto y mantener bajo control el déficit público.

El candidato se benefició tanto de su programa como de una corriente de sentimiento anti Sarkozy, debido en parte al estilo vistoso y en ocasiones arrogante del presidente, así como al malestar por esas penurias económicas que ya han derrocado a líderes en Reino Unido o Portugal.

/Por Lionel Laurent y Catherine Bremer/

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