ATENAS (Reuters) - Los airados votantes griegos fueron el domingo a votar en unas elecciones envueltas en la incertidumbre, que podrían reavivar la crisis de deuda europea y renovar las dudas sobre el futuro del país en la eurozona.
En las primeras elecciones generales griegas desde que la crisis de deuda estallara a finales de 2009 está en juego si Grecia se atiene a los términos de los muy impopulares rescates de la UE y el FMI que la salvaron de la bancarrota pero la sumieron en una profunda y prolongada recesión.
Los líderes de todas las formaciones subrayaron la importancia de los comicios -cuyo resultado, según las encuestas, es imposible de predecir- para el futuro de Grecia, que sufre una de las peores recesiones en la Europa de posguerra.
"Todos estamos de acuerdo en que estas elecciones son quizá las más cruciales y que hoy cada uno de nosotros decide no sólo quién gobernará el país, sino también el camino de Grecia en las próximas décadas", dijo el primer ministro saliente, el tecnócrata Lucas Papademos, al depositar su voto en Atenas.
Los sondeos de opinión muestran que los votantes, golpeados por un desempleo récord y duros recortes de salarios, enviarán al Parlamento un número sin precedentes de pequeños partidos contrarios a la austeridad y castigarán al conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK, los dos partidos que han gobernado Grecia durante décadas.
La perspectiva de Nueva Democracia y PASOK no obtengan votos suficientes para formar un Gobierno de coalición, aunque terminen primero y segundo, ha planteado el riesgo a un largo periodo de incertidumbre mientras buscan aliados entre los partidos anti rescate.
Sin embargo, Papademos, dijo creer que esta semana se formará un nuevo Gobierno.
Inversores y prestamistas internacionales temen que el éxito de hasta siete pequeños partidos contrarios al rescate pueda hacer que Grecia reniegue de los términos del rescate, arrastrando de nuevo a la eurozona a la peor crisis de su historia.
En un colegio electoral en el suburbio ateniense de Iliupoli, muchos negaban cuando se les preguntaba si habían votado por uno de los grandes partidos.
"YA ESTAMOS EN BANCARROTA"
Algunos restaron importancia a las amenazas de que Grecia caerá en bancarrota si abandona el rescate.
"No creo que votar por un partido pequeño vaya a llevarnos a la bancarrota. Ya estamos en ella", comentó Panagiotis, un artesano de 53 años, tras votar para los rebeldes conservadores Griegos Independientes.
Alemania, la mayor pagadora de la eurozona, ha advertido de que habría "consecuencias" a una votación contra el rescate y la UE y el FMI insisten en que gane quien gane, debe seguir aplicando duras medidas de austeridad para seguir recibiendo la ayuda que el país, profundamente endeudado, necesita para mantenerse a flote.
El líder del PASOK, Evangelos Venizelos, dijo que las elecciones son las más cruciales desde la caída de la dictadura militar en 1974.
"De verdad confiamos en que la gente juzgará con conciencia histórica, habiendo considerado todo con calma, con sentido común y con esperanza y optimismo en el futuro", dijo en un colegio electoral de Tesalónica, la segunda ciudad del país.
Pero Alexis Tsipras el líder político más joven de Grecia y que está al frente de la pequeña Coalición de Izquierda, dio otra opinión a la prensa.
"Estamos seguros de que la gente enviará un mensaje a toda Europa de cambio de dirección. No hay lugar para la barbarie de los rescates en nuestro camino común europeo y estamos seguros de que el pueblo griego pasará página", afirmó.
Los colegios electorales abrieron a las 7 de la mañana (04:00 GMT) en toda Grecia cerrarán a las 7 de la tarde (16:00 GMT). Muchos griegos tomarán la decisión en el último minuto.
Se espera que las primeras informaciones sobre el resultado lleguen al cierre de los colegios de sondeos a pie de urna, pero el resultado final, o una idea general, podrían retrasarse varias horas dentro de un complejo sistema electoral que otorga una prima de 50 escaños al primer partido.
DEMASIADO AJUSTADA
Las encuestadoras dicen que estas son las elecciones más impredecibles en décadas, ya que la tradicional división entre izquierda y derecha ha dado paso a la de a favor o en contra del rescate.
"Todas nuestras herramientas se basan en una sociedad que ya no existe", dijo Costas Panagopoulos, de la encuestadora ALCO. "No podemos excluir ningún escenario".
Los partidos contrarios al rescate están demasiado divididos para gobernar, e incluso si Nueva Democracia y PASOK logran votos suficientes para renovar la coalición que formaron en noviembre para lograr un segundo rescate por valor de 130.000 millones de euros, su matrimonio de conveniencia podría resultar demasiado débil para resistir el descontento público durante mucho tiempo.
"Hay un alto riesgo de que tras las elecciones no pueda formarse una coalición estable que esté dispuesta a aplicar los siguientes recortes presupuestarios y reformas", indicó en una nota Berenberg Bank.
Si Grecia reniega de sus compromisos, señaló la nota, Atenas probablemente tendría que dejar el euro, algo a lo que se oponen la mayoría de los griegos.
La primera prueba no se hará esperar: para seguir recibiendo la ayuda del rescate, el nuevo Gobierno tendrá que presentar el mes que viene recortes de gastos por valor de 11.000 millones de euros para 2013 y 2014, y aprobar el plan en el Parlamento.
Ésa será una dura tarea en una cámara nueva y hostil, después de que la economía griega haya reducido ya su déficit presupuestario del 15,6 por ciento del PIB en 2009 al 9,1 el año pasado, y tiene previsiones de reducirlo en otro cinco por ciento en 2012,
Si ningún partido obtiene una victoria clara el domingo, como se espera, el presidente le dará al grupo más grande -probablemente Nueva Democracia- tres días para formar un Gobierno. Si fracasa, el siguiente grupo más grande tiene una oportunidad, y así sucesivamente. Si todos fracasan, se convocarían nuevas elecciones en unas tres semanas.