Las reacciones a la decisión tomada ayer por el Gobierno de Bolivia de nacionalizar la filial de REE en el país andino se suceden. La Comisión Europea ha manifestado su preocupación por el movimiento bioliviano y ha solicitado una compensación rápida y adecuada a la compañía española. Por su parte, desde la patronal han calificado el acto de "tomadura de pelo".
La Comisión Europea se ha declarado este miércoles "preocupada" por expropiación de la filial boliviana de Red Eléctrica Corporación por considerar que envía una "señal negativa" a los inversores internacionales y ha pedido al Gobierno de Evo Morales una "compensación rápida y adecuada" por la nacionalización.
"Confiamos en que las autoridades bolivianas respetarán plenamente sus acuerdos de inversión con España y garantizarán una compensación rápida y adecuada por esta expropiación", ha dicho el portavoz de Comercio, John Clancy.
"La Comisión Europea está preocupada por la decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar" la filial de Red Eléctrica Corporación y "vigila de cerca la situación", ha resaltado el portavoz. "Actuaciones como esta envían una señal negativa a los inversores internacionales sobre el clima de negocios e inversión en Bolivia", ha insistido Clancy.
Tomadura de pelo
Por su parte, el vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, ha dicho hoy que la expropiación de la filial de Red Eléctrica Española (REE) en Bolivia es una "tomadura de pelo" y ha pedido al Gobierno español que tome medidas drásticas y que sea contundente al respecto.
En declaraciones a TVE, Fernández ha destacado que este hecho, junto con la expropiación de YPF a Repsol en Argentina, parece que muestra que España es "la mala de la película", porque otros países no están sufriendo medidas de este tipo.
Fernández ha solicitado al Gobierno que tome alguna medida seria porque el efecto puede contagiarse a otros países de la zona, en los que "se ha invertido mucho dinero, trabajo y esfuerzo y se les ha arreglado problemas económicos". Por ello, ha animado al Ejecutivo a tomar medidas drásticas y ser más rotundo "y dejar de decirles a estos países que somos hermanos y que nos queremos, ya que España está llena de bolivianos y de argentinos que son nuestros hermanos".