PARÍS (Reuters) - Justo cuando pensaba que había limpiado la imagen del Frente Nacional, de extrema derecha, la candidata presidencial francesa Marine Le Pen tuvo que salir el viernes a distanciarse del sentido del humor de su padre, que hizo una broma sobre nazis.
Jean-Marie Le Pen, fundador del partido anti-inmigración y cinco veces candidato a la presidencia, avergonzó a su hija con un juego de palabras asociando las iniciales del presidente, Nicolas Sarkozy, con los actos del partido nazi en Nuremberg.
"NS: nacionalsocialismo. Uh, ¡perdón! Pensé que cuando vi esa plaza el otro día era Nuremberg, con NS", dijo Le Pen, de 83 años, a unos 6.000 seguidores del Frente Nacional en el cierre de campaña de su hija en París el martes por la noche.
Se refería al acto al aire libre de Sarkozy en la plaza de la Concorde, en la capital, que convocó a unas 100.000 personas el domingo pasado, de acuerdo a estimaciones del gobernante partido conservador.
Cuando le preguntaron por los comentarios de su padre, Marine Le Pen dijo en una entrevista por televisión el viernes: "Cuando Jean-Marie Le Pen hace una broma, uno tiene derecho a pensar que está mal. Yo personalmente creo que fue mala, creo que fue un mal chiste".
El veterano ex paramilitar ya había avergonzado a su hija en febrero al citar en una convención del partido un poema de Robert Brasillach, que fue ejecutado por su colaboración con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Marine Le Pen negó esta semana que se hubiera ordenado callar a su padre para evitar que sus exabruptos arruinaran sus esfuerzos por llevar al partido a la política de centro mediante la expulsión de las figuras más extremistas y la censura de las visiones racistas o antisemitas.
Se espera que Le Pen salga tercera en la primera ronda del domingo, con un apoyo del 14 al 17 por ciento en los sondeos de opinión.
Jean-Marie Le Pen fue condenado varias veces por incitar el odio racial con comentarios sobre los judíos y los musulmanes.
