BUENOS AIRES (Reuters) - Las acciones de la petrolera argentina YPF se derrumbaban el martes porque los inversores temen que el Gobierno tome control de la compañía, que ha perdido más de un cuarto de su valor de mercado en lo que va del año.
YPF (YPFD.ARG) controlada por la española Repsol, está bajo fuerte presión del Gobierno de centroizquierda para aumentar su producción en momentos en que el país debe importar cada vez más hidrocarburos para cubrir su demanda, lo que está drenando su superávit comercial.
A las 15:04 GMT, los títulos del mayor grupo energético argentino caían un 16,66 por ciento a 122,5 pesos, mientras que el índice líder Merval retrocedía un 2,65 por ciento.
El lunes, cuando la bolsa de Buenos Aires se mantuvo cerrada por un festivo, los ADRs de YPF en Nueva York se derrumbaron un 15,49 por ciento a su mínimo en tres años. El martes caían más del 5 por ciento.
El diario Página 12 informó el sábado de que la administración de la presidenta Cristina Fernández está estudiando expropiar o intervenir la petrolera bajo el argumento de que no invirtió lo suficiente para frenar una caída en la producción de hidrocarburos.
"Los retiros de licencias en Chubut despertaron nuevamente el temor a una intervención o nacionalización de la empresa", dijo Hernán Labrone, analista de Fénix Compañía Financiera.
En las últimas semanas, varias provincias petroleras comenzaron procesos para retirarle concesiones a YPF, sobre todo en zonas improductivas.
Pero, la patagónica Chubut dijo el sábado que estudia sacarle Manantiales Behr, un campo clave para la compañía que representa un 10 por ciento de su producción de crudo.
YPF se ha defendido asegurando que realizó las inversiones comprometidas y criticó a las provincias por revocarle concesiones.
-- Gráfico de producción crudo e inversión YPF en Argentina: http://link.reuters.com/ned27s --
Dentro de su campaña de presión, el Gobierno abrió dos investigaciones contra YPF por supuesta manipulación de precios y la forzó a cambiar su política de dividendos para no retribuir a sus accionistas con efectivo.
La administración de Fernández mantiene malas relaciones con los inversores internacionales, que le critican su fuerte intervención en la economía. El Gobierno mantiene una constante presión para intentar contener tanto los precios domésticos como las importaciones.
Página 12, que suele reflejar el pensamiento del Gobierno, explicó el Gobierno debate un debate interno sobre cómo hacerlo. Las opciones incluyen la expropiación de la empresa o la compra de una participación.
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