Empresas y finanzas

Un sistema de poder nuevo y alarmante: ¿qué influencia ejerce la gran empresa?

¿Tienen las grandes empresas demasiado poder? ¿Hasta qué punto influyen en las decisiones de sus respectivos gobiernos? Cada vez más analistas piensan que las principales compañías del mundo tienen la misma autoridad, o más, que muchos Estados.

Uno de ellos es el autor David Rothkopf. En su nuevo libro Power, Inc.: The Epic Rivalry Between Big Business and Government argumenta que probablemente hay alrededor de 2.000 empresas privadas que tienen "más impacto, más influencia y más alcance que unos 50-80 países".

"Estas empresas tienen más capacidad de decisión en las esferas legislativas y reglamentarias de lo que muchos creen, lo que puede dar lugar a una estructura de poder mundial nueva y alarmante", apunta Rothkopf.

"Son más grandes y más poderosas de lo que la gente imagina", asegura en una entrevista en The Daily Ticker. "Hay que controlar y equilibrar su poder".

Rothkopf cita a ExxonMobil y a Wal-Mart como dos ejemplos de empresas donde el equilibrio de poder se ha decantado a favor de las grandes compañías.

Las ventas anuales de Exxon, que ascendieron a 350.000 millones de dólares en 2011, equivalen prácticamente al PIB de Suecia. Por su parte, Wal-Mart tiene más empleados que habitantes registran más de 100 países. Hay muchos más ejemplos llamativos en el libro de Rothkopf.

Entre otros, la firma de inversión BlackRock cuenta con más activos gestionados (3.500 millones de dólares) que las reservas de divisas fuertes de China. International Paper es propietaria de más tierras que Panamá. Y la Fundación Gates destinó más dinero a causas benéficas en todo el mundo en 2010 que la propia Organización Mundial de la Salud tenía en su presupuesto.

La influencia de las grandes empresas en la política se ha intensificado después de que la Corte Suprema de Justicia de EEUU fallara a favor de Ciudadanos Unidos al permitir que las empresas y los sindicatos puedan financiar de forma ilimitada una campaña electoral.

Para Rothkopf, millones de dólares en donaciones han cambiado para siempre la forma en que se administran las elecciones en EEUU. Es una forma más de que los dirigentes empresariales controlen directa y completamente el sistema político de Estados Unidos.

Rothkopf asegura que "hay políticas públicas que pueden compensar y contrarrestar el fenómeno del poder corporativo". Y sentencia que si EEUU no corrige estos desequilibrios, habrá más desigualdades, crisis financieras y el país podría llegar a ser menos competitivo.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky