
Excepto el Madrid y el Barça el resto de clubes de primera división son secundarios para Mediapro. Ha elevado hasta 18 veces la diferencia entre lo que cobran y éstos miran a Prisa ante la falta de ingresos.
Jaume Roures, administrador único de Mediapro, le metió el primer gol a la antigua Sogecable (ahora Prisa TV) cuando se quedó con los derechos televisivos del Real Madrid y del Barça por 1.100 millones y 1.000 millones de euros respectivamente. Esta maniobra le ayudó a ganar la primera batalla de la guerra del fútbol, pero ha resultado ser una victoria envenenada que no sólo le ha costado la supervivencia económica de su grupo -Mediaproducción estuvo en concurso de acreedores y Gol TV no sale de las pérdidas- sino que ha arruinado a los equipos pequeños de la primera división.
Unos clubes que han empezado a darle la espalda al empresario catalán por la falta de ingresos que les reportaba su modelo de negocio. De momento, el Zaragoza, la Real Sociedad y el Athlétic se han ido con Prisa TV con pingües beneficios. El Sevilla, por su parte, busca 45 millones de euros para quedarse con Mediapro.
Desde hace cinco años, coincidiendo con la llegada de Mediapro al mercado de los derechos audiovisuales del fútbol, las diferencias entre lo que cobran los clubes de la liga de las estrellas se ha elevado hasta 18 veces. Mientras que el Real Madrid cobró 140 millones de euros en la temporada 2010/2011 -la antigua Sogecable pagaba 55 millones por temporada-, el Levante se llevó 12 millones.
El segundo equipo que más cobra en la primera división es el Atlético de Madrid, que se embolsa unos 42 millones por temporada, 3,3 veces menos que el actual líder de la liga. Esta brecha no se repite en las demás ligas europeas donde, según los datos publicados por www.cahiersdufootball.net, en la Premier Leage (la liga inglesa) la diferencia entre lo que cobran los equipos es de 1,5 veces.
Malestar en los clubes
La diferencia en el trato no sólo causa malestar entre los clubes de fútbol, sino que lastra sus balances y mina su capacidad de competir. "El Real Madrid y el Barça van por libre. Ellos cierran el acuerdo por su cuenta y dejan al resto de clubes que se repartan lo que queda como puedan", explican fuentes cercanas a la Liga. En el negociado de los derechos deportivos existen tres equipos: el G-32 (formado por el Real Madrid, el Valencia, el Granada entre otros), el G-6, formado por los rebeldes (Athletic, Sevilla, Zaragoza, Real Sociedad, Villarreal, Espanyol) y el Betis, que va por libre y nunca se ha ido con Mediapro.
El G-6 es un grupo de clubes abanderados por el Sevilla y el Espanyol que no están de acuerdo con la forma en la que se reparten los derechos entre los equipos y, abogando por un reparto más equitativo y proporcional, han decidido desvincularse del grupo principal para negociar por su cuenta la venta de sus derechos audiovisuales.
Éste ha sido el caso del Zaragoza, el Athletic y la Real Sociedad. Estos tres equipos han firmado un acuerdo con Prisa TV para que explote los derechos a partir de la temporada que viene. El grupo de los Polanco ha ofrecido 25 millones por temporada al club donostiarra, frente a los 13,5 que cobraba de Mediapro, y el club maño cobrará 73 millones por las tres temporadas.
Tanto el Zaragoza como la Real Sociedad han tenido serios problemas con Mediapro que en medio del proceso de renegociación ha dejado de pagar a estos equipos, con problemas financieros. El juez ha obligado a Roures a pagar 17 millones al Zaragoza y la Real le reclama 7,3 millones. Mediapro está intentando acelerar la renovación ante el objetivo prioritario de Prisa de "recuperar el fútbol".
Se amplían las diferencias competitivas
El G-32 negocia los derechos en bloque y luego se reparten, en connivencia con lo que cada uno pacte con la productora de Roures, entre los equipos. La forma de ver el negocio implantada por Roures, que tanto beneficia a los dos grandes equipos de la liga y perjudica a los más pequeños, ha contribuido a que se amplíen las diferencias competitivas entre los clubes muchos de los cuales se han endeudado más de la cuenta para poder alcanzar el nivel de equipos que se pueden permitir el lujo de gastarse más de 90 millones en un solo jugador. "Será por dinero", aseguran fuentes cercanas a ACS que dijo Florentino Pérez cuando compró a Cristiano Ronaldo..
Los bajos ingresos por derechos audiovisuales, sumado a la caída de la facturación por publicidad, venta de entradas y camisetas han terminado de ahogar a los equipos de fútbol que suman deudas de más de 3.000 millones mientras la Administración Pública les reclama 489,9 millones y las pérdidas operativas se acumulan (ver gráfico).
Este modelo le ha pasado factura a Roures. Atendiendo a las cuentas presentadas por el grupo Imagina, resultado de la fusión de Mediapro con Globomedia, correspondientes a 2010, éste cosechó unas pérdidas de 7,39 millones. Una cifra que su accionista Torreal eleva a 35 millones, informa Cinco Días.