La encarnizada lucha en la que están inmersas las conocidas firmas de bebidas refrescantes Coca-Cola y Pepsi hace tiempo que está bajo el control de la primera. Pepsi ya no es ni segundona en el podio de las bebidas refrescantes más consumidas en EEUU: Coca-Cola Light la ha desplazado hasta la incómoda tercera posición.
La rivalidad es histórica. Han competido por ser la marca más cercana a los jóvenes, la marca más saludable, la favorita de las estrellas y de los presidentes, por los consumidores negros. Pero la competición, en los últimos años, no supone un reto de nivel para Coca-Cola. Mientras que esta compañía ha visto un incremento del valor de sus acciones en un 50%, Pepsi soporta el jarro de agua fría de haber perdido un gran trozo del pastel del mercado y asumir unas pérdidas estimadas en el 7% para 2012, según publica el diario El Mundo.
De momento, la compañía ha tomado la medida de despedir a 8.700 trabajadores, lo que supone un 3% de su plantilla.
La estrategia fallida de Indra Nooyi
El Consejo de Administración de Pepsi ya ha señalado con el dedo de la culpabilidad a Indra Nooyi, quien asumió el liderazgo de la compañía en 2005 prometiendo nuevos aires. La empresaria india apostó por explotar el lado "saludable" de la marca para diferenciarse de Coca-Cola, y la estrategia ha resultado un fracaso.
Aún así, ha tenido que competir con la agresividad comercial de Coca-Cola, que llegó a imponer a los supermercados contratos ilegales que llegaron a ser sancionados por los tribunales norteamericanos por monopolio.
De todos modos, puede que el descenso de Pepsi haya llegado a su fin, contemplado como un ciclo que tuvo su máximo apogeo allá por el año 2000. El editor de una conocida publicación de EEUU especializada en bebidas, ha recordado que este mercado "funciona como un péndulo". Hoy quien está abajo es Pepsi. Veremos en otros diez años.
