Gonzalo Robledo
Tokio, 3 jul (EFECOM).- La junta directiva de Nissan ha dejado en las manos de Carlos Ghosn, su presidente y director ejecutivo, las negociaciones sobre la propuesta de accionistas de General Motors (GM) para que la empresa estadounidense sea admitida en la alianza del fabricante nipón y Renault.
La hipotética alianza daría lugar a la mayor empresa del sector en el mundo y terminaría con las pretensiones de Toyota, primer fabricante nipón del motor, de arrebatarle el liderazgo a GM.
En una reunión de la junta directiva, la cúpula de Nissan acordó hoy iniciar el estudio para aceptar a GM en su alianza con Renault, en el caso de que la dirección del fabricante estadounidense apoye la propuesta de sus accionistas.
La reunión, que tuvo carácter extraordinario, fue presidida por Carlos Ghosn y, según dijo a EFE un portavoz de Nissan, incluyó otros puntos que no se dieron a conocer a los medios.
Ghosn recibió la propuesta de la empresa Tracinda Corporation, accionista mayoritario en GM, para evaluar los méritos de la participación de la marca norteamericana en la sociedad formada en 1999 entre el fabricante nipón y Renault.
La posibilidad de un inusual triunvirato que aúne a fabricantes del motor en tres continentes implicará además al Gobierno francés, propietario de cerca de un 10 por ciento en Renault.
El fin de semana, el ministro francés de Economía, Thierry Breton, dijo a los medios de su país que estará "muy atento" a las negociaciones.
La propuesta de GM corona una serie de rumores nunca confirmados sobre un supuesto e insistente flirteo corporativo de la empresa norteamericana para contratar a Carlos Ghosn, ejecutivo franco-brasileño famoso por revitalizar empresas en crisis como Michelin, Renault y Nissan.
Ghosn fue enviado por Renault para reflotar a Nissan, tras hacerse su accionista mayoritario, y logró devolver en tres años la rentabilidad a la empresa nipona, que arrastraba deudas netas de 1,4 billones de yenes (más de 12.000 millones de dólares al cambio actual).
Renault pagó 5.400 millones de dólares por un 37 por ciento de Nissan y dio luz verde a Ghosn para seguir adelante con su reestructuración.
Aunque los detractores de Ghosn subrayan sus drásticos recortes de personal y la destrucción de los lazos de fidelidad entre los fabricantes japoneses y sus proveedores, el ejecutivo se convirtió en un "gurú" corporativo en Japón y su filosofía administrativa es pregonada en programas de televisión, biografías y hasta historietas de manga (tebeos).
Su reputación en Japón sigue invicta pese a la reciente caída de ventas de Nissan que, según Ghosn, estaban previstas y seguirán hasta octubre, cuando se lancen nuevos modelos.
Sobre qué tipo de acción tomará Ghosn al frente de las tres empresas, las predicciones varían entre el optimismo de que se repita el milagro de Nissan-Renault y el temor a que vuelva a tener lugar una tragedia estilo DaimlerChrysler.
El escenario positivo prevé una fuerte reducción de gastos por medio de la colaboración de Nissan, Renault y GM en ingeniería, compartiendo plataformas y consolidando sus operaciones de manufactura, según los analistas del diario Nihon Keizai.
El rotativo señala a su vez la posibilidad de que la triple alianza desemboque en el mismo cauce turbulento que ha recorrido DaimlerChrysler después de haber partido con la perspectiva de convertirse en la empresa del motor más rentable del mundo.
El arquitecto de la alianza entre el fabricante norteamericano y el alemán, Jurgen Schrempp, dejó la empresa tras ser reprendido por los decepcionados accionistas, anota el rotativo, a la vez que advierte de que hoy ese fabricante mixto vale "42.000 millones de dólares menos que los días en que se anunció la boda". EFECOM
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