Madrid, 3 jul (EFECOM).- Ferrovial y sus socios Caisse de Dépot y la sociedad de inversión del Gobierno de Singapur GIC revisarán en los próximos meses el plan estratégico del gestor aeroportuario británico BAA antes de tomar una decisión sobre una eventual venta de activos.
En una presentación ante analistas, el consejero delegado de Ferrovial, Joaquín Ayuso señaló al respecto que "antes de tomar cualquier decisión es necesario entrar en la empresa y conocerla".
En su oferta, el consorcio encabezado por Ferrovial adelantó que cuenta con mantener unidos y centrarse en los aeropuertos de BAA en el Reino Unido, pero explicó que llevará a cabo una revisión minuciosa de otros activos de la compañía británica para decidir su mantenimiento o venta.
Ayuso también afirmó que la investigación que realizará la Oficina de la Competencia del Reino Unido (OFT) sobre el mercado aeroportuario en este país, y que afectará a los activos de BAA, es un "riesgo manejable".
A juicio de Ayuso, las conclusiones que saque la OFT en su estudio "no tienen por qué ser malas para BAA y tampoco tiene que ser algo negativo si hay que vender un activo".
La iniciativa de la OFT podría acarrear una diversificación de la gestión de los aeropuertos británicos, lo que afectaría a BAA, responsable del 63 por ciento de los vuelos con salida y llegada al Reino Unido.
BAA es dueña de los aeropuertos londinenses de Heathrow, Gatwick y Stansted; de los escoceses de Edimburgo, Glasgow y Aberdeen; y del de Southampton (sur inglés).
También gestiona aeropuertos en Australia, Hungría y EEUU.
Ferrovial y sus socios se han hecho con BAA a través de una opa.
Actualmente controlan el 83,37 por ciento del capital social y cuentan con seis representantes en el consejo de BAA.
La empresa que preside Rafael del Pino mantendrá abierta la oferta para alcanzar el cien por cien.
Con esta operación, Ferrovial se convierte en el primer grupo mundial de infraestructuras, con una facturación de 14.000 millones de euros en el presente ejercicio (+40%), y un EBITDA de unos 3.000 millones de euros, lo que supone duplicar la cifra actual.
El 60 por ciento de las ventas del grupo procederán de las divisiones de Infraestructuras y Servicios, frente al 40 por ciento de las de Construcción e Inmobiliario.
De igual modo, Infraestructuras y Servicios aportarán el 85 por ciento al EBITDA de Ferrovial.
Ayuso negó que el grupo constructor y de servicios vaya a desprenderse de la pata inmobiliaria por el peso que ganan con esta adquisición las infraestructuras.
Con la incorporación de BAA, las ventas internacionales ascenderán al 60 por ciento y las nacionales tan sólo representarán ya el 40 por ciento.
Tras esta adquisición, la deuda neta consolidada de Ferrovial superará los 32.100 millones de euros.
Según Ayuso, la compra de BAA ha estirado los ratios pero éstos son todavía "razonables", dado que únicamente 1.200 millones de euros afectarán directamente al grupo.
El beneficio por acción se verá afectado negativamente por operación en el periodo 2006-2008, aunque este efecto será compensado "sobradamente" por la venta a Macquarie de las participaciones que tiene Ferrovial en los aeropuertos de Bristol y Sidney.
En cuanto a la financiación de la operación, los 12.000 millones de libras (17.297 millones de euros) que supone la compra de BAA, se financiarán en un 40 por ciento mediante capital y en un 60 por ciento mediante deuda en tres tramos.
Ferrovial, que tiene actualmente cerca del 62 por ciento del consorcio, pretende quedarse con el 51 por ciento.
Según esta estructura, Ferrovial aportará un total de 2.600 millones de libras (3.747 millones de euros) -del total de 4.271 millones de libras (6.155 millones de euros) que desembolsarán los socios- de los que únicamente 456 millones de libras (657,2 millones de euros) impactarán en el balance de la matriz.
Con todo, esta operación supone la mayor inversión de Ferrovial en toda su historia y una de las mayores realizadas por una empresa española en el exterior. EFECOM
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