El Ministerio de Fomento estudia minuciosamente la situación del negocio de explotación de Renfe y prepara un tarifazo para subir el precio del billete hasta en un 7%, sobre todo en algunas rutas de larga distancia y servicios de alta velocidad.
Según explican fuentes conocedoras del proceso a elEconomista, esta medida estaría incluida en el exhaustivo proceso de auditoría que el nuevo equipo de Ana Pastor realiza en la compañía. Un análisis que capitanea el nuevo presidente de Renfe Operadora, Julio Gómez-Pomar, y su nuevo equipo, organigrama que podría ser anunciado hoy mismo tras la celebración del Comité de Dirección de la empresa.
Menor presupuesto estatal
Con la subida de los billetes se intentaría compensar en parte la caída de ingresos que supone el descenso del presupuesto que todo los años da el Estado. De los 600 millones de euros que aportó el pasado ejercicio, se pasará este año a los 200 millones de euros, aunque esta cifra está a falta de ser confirmada oficialmente cuando se presenten los Presupuestos Generales del Estado. No hay que olvidar que desde el año 2010, la compañía ferroviaria pública ya no recibe la partida de compensación de pérdidas que percibía del Estado, según obligan las directrices de la Comisión Europea.
Esta es una de las razones por las que, al mismo tiempo, también se estudia qué hacer con las líneas de media distancia que no son rentables y que ya no pueden ser mantenidas por el Estado. De hecho, los estudios sobre su viabilidad ya se realizaron por el equipo de Teófilo Serrano, el anterior primer ejecutivo de Renfe, pero no se atrevieron a hacerlos públicos en la pasada legislatura, porque en algunos casos las cifras rozaban el ridículo. La pelota queda ahora en el tejado del nuevo equipo.
También se analiza la posibilidad de reducir frecuencias en rutas de alta velocidad y de largo recorrido que no tengan la demanda suficiente para que los niveles de ocupación hagan rentable la explotación de esas líneas. En este terreno, tal vez la línea AVE entre Madrid y Valencia haya sido uno de los ejemplos más claro de fracaso en su primer año de explotación, con un millón menos de pasajeros de lo previsto y una ocupación inferior al 70 por ciento. Además, en la anterior etapa de Renfe Operadora, ya se suprimieron rutas como la polémica línea que unía Toledo-Albacete y Cuenca, después de haber transportado sólo 2.796 usuarios en seis meses.
El AVE a Galicia
Fomento también se encuentra con el problema de la futura explotación del AVE a Galicia. Como publicó este periódico, existen estudios que hablan de que la demanda de esta línea sólo daría para tres frecuencias diarias siendo optimistas, aunque no es la primera vez que la dirección de Renfe ha reconocido a empresarios del sector ferroviario que el escenario más pesimista es sólo de dos frecuencias diarias.
Este fenómeno de incremento de tarifas ya se ha producido en los servicios regionales cuya gestión se ha traspasado a la Generalitat de Catalunya (y se ha incorporado a su servicio de Rodalies, las Cercanías catalanas), donde se ha producido de media una subida de los billetes cercana al 8%.
La subida de tarifas de Renfe no está reñida con la política de motivación al cliente con atractivas ofertas y con un sistema de gestión de los billetes parecido al de las aerolíneas, en el que fluctuaría el precio en función de la flexibilidad de la demanda, como ocurre cuando se adquiere un asiento de avión. Es lo que se conoce técnicamente como yield management. Este periódico se puso en contacto con portavoces oficiales de Renfe y del Ministerio de Fomento, pero en ambos casos no hicieron comentarios a la posible subida de tarifas.
Cambios en la dirección
Todas estas variables serán las que tendrá que poner en marcha el nuevo equipo ejecutivo de Gómez-Pomar. El presidente de Renfe Operadora podría hacer oficial hoy el nombre de los nuevos profesionales que ocuparán la cúpula. A falta de confirmación, los nombres que suenan con muchas posibilidades son tres. En primer lugar, Alberto García.
El actual Director del Área de Investigación, Formación y Colaboración Científica de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles pasaría a ser el Director de Viajeros Urbanos e Interurbanos. Por su parte, Cecilio Gómez-Comino se encargaría de la Dirección General de Recursos Humanos.
El tercer directivo sería el hombre encargado de sustituir a Enrique Urkijo, la mano derecha del anterior presidente, Teófilo Serrano. Se trata de Francisco Minayo, que se convertiría en el Director General de Explotación de Renfe Operadora.
También se tendrían que dar a conocer otros cargos claves en la compañía como el director financiero, que podría tener un perfil bastante técnico, y el responsable de mercancías. En este último caso podría continuar en su puesto Manuel Acero, el actual Director General de Mercancías y Logística.
El nuevo equipo directivo de Renfe también tendrá que afrontar la liberalización del ferrocarril de pasajeros en rutas nacionales (ya está liberalizado el internacional). Cuando llegue, se espera una avalancha de peticiones de nuevos operadores para explotar los surcos más rentables y demandados, como es el caso de la ruta de alta velocidad que une Madrid con Barcelona.