
No está a la venta ni en el catálogo de la compañía y, sin embargo, Majauto, un concesionario oficial de Ford situado en la madrileña localidad de Majadahonda, se ha hecho con nada menos que seis unidades. Cada uno tiene un color diferente y los tendrá expuestos hasta el próximo 27 de julio.
Corría el año 1966 cuando en la exigente carrera de Las 24 horas de Le Mans ocurrió algo insólito: el podio había sido invadido literalmente por tres unidades de un mismo modelo de un fabricante norteamericano; el primero, el segundo y el tercer puesto se los llevaron los entonces invencibles Ford GT40.
Nacía entonces el mito, que subiría a la categoría de leyenda cuatro años después con las victorias consecutivas que cosechó en 1967, 1968 y 1969, cuatro años consecutivos ganando la carrera más exigente que minarían la brillante trayectoria que hasta entonces llevaban las grandes marcas europeas.
Con motivo de la conmemoración de estos triunfos y de mantener vivo el mito, Ford decidió hace unos años hacer una edición limitada de este bólido, al que dio en llamar Ford GT (el nombre GT40 ya estaba registrado y la compañía no pudo llegar a un acuerdo con su propietario).
Construido a mano
Tener los 150.000 dólares que suponían el precio oficial que le puso Ford cuando decidió revivir al GT40 no era, ni mucho menos, una garantía para tener uno. Las unidades que salieron de fábrica resultaron ser escasísimas, y tan exclusivas como el hecho de que cada unidad está construida a mano firmada por los dos responsables de los equipos de fabricación. Dada la alta competencia en el sector del automóvil, Ford le puso el nombre clave de "Petunia" cuando lo dio a conocer al mundo en el Salón de Detroit del año 2002, justo en el centenario de la compañía. La unidad expuesta fue una "Petunia" amarilla.
Las prestaciones están a la altura de su nombre: tiene un motor de 8 cilindros en V que da 550 CV de potencia, con los que puede alcanzar una velocidad punta de hasta 341 km/h, gracias a que el conjunto pesa muy poco.