
Los críticos de Vocento, liderados por Santiago Bergareche y Juan Urrutia, parece que sólo tienen una cosa en común con el bando oficialista (Luca de Tena y compañía) del consejo de administración del grupo editorial: el apoyo "sin fisuras" al nuevo consejero delegado, Luís Enríquez, y su plan estratégico. "Todos los miembros del consejo respaldan la gestión del directivo y le han hecho saber que su continuidad no está en cuestión. La revuelta no tiene nada que ver con los resultados ni la estrategia", explican fuentes cercanas a la alta dirección de Vocento.
La guerra abierta en el consejo no pone en duda la continuidad de Enríquez ni de su modelo de negocio, si no que busca una reforma completa que "termine con los enfrentamientos históricos entre las familias que lo forman" y se profesionalice, explican fuentes cercanas al conflicto.
En este sentido, una de las propuestas de los críticos es que se reduzca a uno el número de consejeros por familia y que se nombre un tercio de consejeros independientes. Las cuatro familias que conforman el consejo de administración son los Luca de Tena (dos consejeras), los Bergareche (dos), los Urrutia y los Ybarra (cuatro miembros).
Acercan posturas
De cara a la junta extraordinaria, solicitada el lunes y que se podría celebrarse el próximo 28 de abril o el mismo día de la junta ordinaria, ambos bandos están acercando posiciones. El ala más dura es la familia fundadora Luca de Tena, pero parece que coinciden en lo esencial: la necesidad de profesionalizar el consejo para darle una estabilidad a la empresa.
Fuentes del sector explican que la relación entre Bergareche e Ybarra no es mala y que algunas veces votan en la misma dirección por lo que podría darle su apoyo para llevar a cabo los cambios.
La entrada de Enríquez en la compañía en julio de 2011, tras la marcha de José Manuel Vargas Gómez con 3,12 millones bajo el brazo, supuso un giro de 180 grados en la gestión y la estrategia del grupo editorial. El consejero delegado decidió recortar papel, cerrar la televisión, frenar los ERE y apostar por potenciar la venta en kiosco (en enero de 2012 ABC vendió 506 copias más que en 2011).