LISBOA (Reuters) - El Gobierno portugués no debe imponer nuevas medidas de austeridad sobre los "nuevos pobres" del país, que ya se han visto empobrecidos y sumidos en una recesión como resultado de las medidas para frenar la crisis de deuda, según dijo el miércoles el presidente, Anibal Cavaco Silva.
Sus comentarios, considerados como una advertencia al Gobierno centrado en la austeridad, llegan poco después de que el primer ministro, Pedro Passos Coelho, dijera que no hay necesidad de nuevas medidas de seguridad ahora, pero que no dudará en imponerlas "si se vuelven inevitables".
Passos Coelho ha dicho en varias ocasiones que hará "lo que haga falta" para cumplir los compromisos de Portugal dentro del acuerdo de rescate de la UE y el FMI, y que no pedirá un segundo rescate como Grecia.
Pero Cavaco Silva, que procede del gobernante Partido Socialdemócrata de centroderecha de Passos Coelho, dijo a la radio TSF que cualquier nueva medida no debe aplicarse de forma indiscriminada.
"Hay un grupo de personas a las que ahora llamamos 'los nuevos pobres', los más afectados por las medidas (...) y hay un reconocimiento general de que es imposible aplicarles más austeridad", señaló Cavaco Silva.
En ese grupo hay pensionistas, empleados de pequeños negocios "que no pueden superar la caída en la demanda", hogares endeudados y familias "que sufrieron drásticos cortes en sus sueldos y tiene dificultades para enviar a sus hijos al colegio o se ven obligadas a sacar a los ancianos de residencias de día", dijo.
El propio Cavaco Silva despertó la indignación pública el mes pasado cuando se quejó de que su cuantiosa pensión es demasiado pequeña para cubrir sus gastos.
La presidencia es un cargo mayoritariamente ceremonial, aunque tiene poder para vetar leyes y puede despedir al Gobierno.
Portugal es el país más pobre de la Europa occidental en términos de PIB per cápita, y más del 25 por ciento de sus ciudadanos estaban en riesgo de pobreza y exclusión en 2010, la tercera proporción más alta después de Grecia y España, según el Eurostat.
El presidente también acusó a Europa de mostrar una falta de cohesión y solidaridad en sus esfuerzos por enfrentarse a su crisis de deuda y dijo que Europa ha mostrado "cobardía política" al ser "condicionada e incluso chantajeada por las tres agencias de calificación norteamericanas".
Portugal aprobó la tercera revisión trimestre de su rendimiento desde que accedió al rescate de 78.000 euros, en el que ya ha impuesto duros recortes de gastos, subidas de impuestos y bajadas de sueldos, especialmente en el sector público.
Las medidas de austeridad han deprimido el consumo y la inversión, sumiendo al país en su recesión más profunda desde los caóticos años que siguieron a su regreso a la democracia en 1974.
Passos Coelho dijo el martes que la misión de la UE y el FMI no había dicho que se necesitara más austeridad, y que el Gobierno no ve "elementos que requieran ajustar el escenario macroeconómico de una forma que llevara a la adopción de nuevas medidas".
Sin embargo, "como primer ministro, adoptaré cualquier medida que se vuelva necesaria para garantizar que el programa de rescate de Portugal no fracasa", advirtió.