CARACAS (Reuters) - El candidato opositor venezolano Henrique Capriles se convirtió el martes en blanco de ataques políticos y personales lanzados por aliados del Gobierno, en un anticipo de lo que será una feroz campaña hasta las elecciones de octubre en las que Hugo Chávez aspira a la reelección.
A pocas horas de ser designado oficialmente como líder único del arco opositor, comentaristas y políticos vinculados al oficialismo cuestionaron desde la sexualidad de Capriles hasta la legitimidad de las primarias que ganó este fin de semana, a pesar de que fueron supervisadas por un organismo estatal.
En medio de un poco habitual silencio de Chávez, funcionarios de alto rango y medios estatales llamaron "fascista" y "burgués" a Capriles, que es nieto de emigrantes judíos que escaparon del Holocausto.
"Ahora el candidato de la antipatria tiene cara", dijo el líder de la Asamblea, Diosdado Cabello, aliado de Chávez que perdió la gobernación de Miranda a manos de Capriles.
"Comienza una nueva contienda y estamos preparados", añadió Cabello, que es militar retirado, al igual de Chávez.
La población venezolana está completamente polarizada entre quienes apoyan y rechazan a Chávez, que tras 13 años en el poder busca sellar a fuego su modelo socialista en uno de los países que más petróleo produce en el mundo.
Capriles, de 39 años, evita por ahora la confrontación y aseguró que la única pelea que busca es contra el desempleo y la inseguridad.
"No soy un peso pesado pero si me invitan a montarme en el ring, me monto en el ring" dijo Capriles, que obtuvo cerca de dos tercios de los más de tres millones de sufragios que se registraron en las primarias del pasado domingo.
DUDAS SOBRE LA VOTACIÓN
Funcionarios del Gobierno han señalado que dudan de que la oposición haya logrado de verdad tanta participación en las primarias, realizadas por el estatal Consejo Nacional Electoral.
Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, dijo que va a denunciar el proceso y presentó láminas de algunos centros de votación donde, afirmó, hubo irregularidades por "votos múltiples".
El Tribunal Supremo de Justicia ordenó suspender la destrucción de los registros de votación, que la oposición se comprometió a quemar en un intento por aliviar el temor de los votantes a ser identificados.
En la mente de los venezolanos está fresca la filtración de una lista de firmantes para convocar a un referéndum revocatorio en contra de Chávez entre 2003 y 2004 .
Muchos de los que aparecían en esa lista afirman haber sido despedidos de sus trabajos en el Estado o haber tenido problemas para encontrar empleo o comprar divisas por ser considerados opositores .
Sin embargo, el ministro para la Comunicación e Información, Andrés Izarra, señaló que la asistencia de la oposición a las urnas no les sorprende, en una señal que mostraría que la estrategia del Gobierno para la campaña aún no está completamente alineada.
Capriles tiene ocho meses para conciliar un país dividido y llegar con un amplio respaldo en los comicios de octubre.
Sin embargo, según los últimos sondeos de enero, Chávez cuenta con un 50 por ciento de intención de voto y su popularidad se sitúa por encima de esa cifra, tras ascender durante su convalecencia del cáncer que le fue diagnosticado a mediados de 2011.
/2Por Andrew Cawthorne y Mario Naranjo/