
De las mieles de saberse uno de los empresarios del sector inmobiliario más valorado por los ciudadanos a las hieles de ver involucrada la gestión de la consultora que preside en España en el juicio de Martinsa-Fadesa por la sobrevaloración de las tasaciones. La situación para el presidente de la consultora Richard Ellis en España, Eduardo Fernández-Cuesta, no es cómoda. Pero está muy tranquilo. Asegura que no se inflaron los datos.
Martinsa-Fadesa reclama a Manuel Jove el pago de 1.576 millones de euros por entender que en la venta de Fadesa a Martinsa en 2007 se falsearon los datos de activos traspasados. La valoración se encargó a Richard Ellis...
Sí, pero en ningún momento se ha puesto de manifiesto que la valoración realizada en el caso de Martinsa no fuera correcta.
Sin embargo, y ya fuera de los tribunales, son muchos los que responsabilizan a las tasadoras, en plural, de ser responsables de la burbuja inmobiliaria.
El valor de los activos, no sólo inmobiliarios, está ligado a unas fechas y circunstancias concretas, por lo que evidentemente, cuando el mercado es alcista, estos valores reflejan importantes subidas. Cuando el mercado desciende, también lo hacen al mismo ritmo. Nuestros informes están sometidos a diferentes niveles de verificación y son realizados con la misma metodología en todas las oficinas de la compañía en todo el mundo. Esto garantiza homogeneidad a la hora de analizar las carteras de activos por parte de inversores.
La sociedad culpa de esta crisis recaen a la banca y al ladrillo... ¿Se sienten culpables?
No creo que las culpas deban recaer en sectores. Los sectores financiero, inmobiliario y constructor, como muchos otros, han sido uno de los principales motores de crecimiento y desarrollo en nuestro país, no sólo en los últimos años sino de manera histórica.
Tan histórica como lo está siendo esta crisis. ¿Ha conocido una situación tan difícil como la actual?
Sin duda alguna, la crisis actual de la economía y del sector inmobiliario, mayor a las que hemos vivido con anterioridad, nos ha llevado a una situación muy complicada. El sector vive en estos momentos un profundo proceso de reestructuración del que estoy seguro que saldremos fortalecidos.
Pero habrá que cambiar muchas cosas para que esto llegue.
Sí, para esto será necesario que todos los agentes que en él participamos -administraciones públicas, empresas e instituciones privadas, entre otros-, pongamos las bases para que vuelva a producirse su desarrollo de manera sostenible y equilibrada.
Los cambios ya han empezado con el cambio de Gobierno. ¿Ve la luz final del túnel?
Soy optimista y creo que el nuevo Gobierno está decidido a realizar reformas valientes y necesarias encaminadas a crear empleo. Desde mi punto de vista se necesita un plan creíble e implementado por personas expertas. Un plan basado en el sentido común y en el sentido social y que debe contemplar dos aspectos esenciales: que el sector público haga sus deberes igual que lo ha hecho la empresa privada y la racionalización y reducción de la exposición al mercado inmobiliario de las entidades financieras.
¿Sigue siendo España una opción claramente atractiva para la inversión extranjera?
A pesar de la situación económica que atraviesa el país, lo cierto es que hay determinados sectores en los que los inversores extranjeros están viendo grandes oportunidades. En retail, por ejemplo, el ajuste en las rentas sumado al aumento de la disponibilidad de locales en las principales zonas comerciales está atrayendo a grandes operadores internacionales, como Apple, Abercrombie & Fitch o Michael Kors, entre otros.
Cada sector está teniendo un comportamiento diferente. ¿Es el de la vivienda el más perjudicado? ¿Cuál es el último en salir de la crisis y el primero que saldrá de ella?
Más que apostar por sectores, recomendaría apostar por activos singulares que destaquen por ubicación, diseño y calidad. No obstante y si jugamos a ser futuristas, pienso que cualquier promoción residencial bien concebida y ubicada en zonas consolidadas de las grandes ciudades, como por ejemplo en Madrid, pueden ser un éxito de cara a 2016-2017.
¿Cómo les afecta la conversión de la banca en agencias inmobiliarias? ¿Se puede hablar de competencia desleal?
Lo cierto es que os anima a reinventarnos para ser capaces de aportarles valor.
Muchas empresas han echado el cierre, pero CBRE sigue firmando operaciones.
Sí, nos estamos configurando como una de las primeras compañías en outsourcing inmobiliario a nivel mundial, adjudicándose contratos con importantes compañías como Nokia, Zurich, DHL, HSBC, Bank of America, France Telecom y Nissan. Estamos también poniendo especial énfasis en asesorar a las administraciones públicas y entidades financieras para que racionalicen y ordenen su exposición al mercado inmobiliario.
Y en medio de la crisis, nuestros lectores le eligen como uno de los mejores empresarios.
Creo que es un reconocimiento al todo equipo sus palabras son sinceras. Los lectores de elEconomista valoran nuestra trayectoria y, sobre todo, la calidad del servicio.