
La nueva subida fiscal por los rendimientos económicos ha puesto de nuevo en marcha la maquinaria de los cuarteles generales de las entidades financieras para hacer más atractivos sus productos y retener fondos con los que atender a sus necesidades de liquidez.
El baile ya ha comenzado. El Sabadell lanzó ayer un fondo garantizado de rendimiento fijo a tres años con una rentabilidad el 4,4%, que permite inversiones a partir de 600 euros.
El banco destaca la "interesante rentabilidad" del fondo Sabadell BS Garantía Fija 10 en el contexto actual de tipos bajos y con una inversión segura.
Anualmente, el importe fijo garantizado se traspasa al fondo de inversión Sabadell BS Fondtesoro Largo Plazo.
El partícipe no está obligado a tributar por los rendimientos percibidos, difiriendo de esta forma, si lo desea, el gasto fiscal. El Ejecutivo ha elevado del 19 al 21% la retención por los rendimientos del capital.
Si por algún motivo el partícipe necesita reembolsar la inversión antes del vencimiento de la garantía, recibirá por sus participaciones el valor liquidativo que corresponda a la fecha de reembolso.
Legislación cambiante
La legislación cambiante de los últimos años ha modificado en varias ocasiones la estrategia del sector financiero con el objetivo de buscar fondos entre sus clientes ante la desconfianza y el cierre de los mercados mayoristas.
Durante 2009 y 2010 el foco de las entidades estaba en los depósitos tradicionales. La guerra por captar recursos fue tal que los intereses que pagaron llegaron al 5% a doce meses. Con estas rentabilidades, los márgenes de las entidades se debilitaron y las cuentas de resultados mermaron sustancialmente. Para evitarlo, el Gobierno endureció la normativa del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), por la que el sector tendría que aportar más recursos a esta hucha por las imposiciones a plazo con intereses superiores al 3%.
Entonces, la estrategia cambió y las entidades comenzaron a lanzar emisiones de pagarés entre sus clientes habituales. Este producto estaba dirigido hasta entonces a institucionales y grandes patrimonios. La lucha de los pagarés a día de hoy continúa. La banca esquiva así la penalización del Fondo de Garantía y consigue recursos para atender a su liquidez.
Ahora, la subida fiscal obliga a un nuevo giro. Los fondos garantizados ofrecen seguridad en la inversión. En estos momentos de incertidumbre se espera que este producto sea uno de los más demandados. La mayoría de expertos consideran que será uno de los que más ofrezcan las entidades a lo largo de 2012, con la consiguiente respuesta.
En el presente ejercicio, el sector español tiene que hacer frente a unos vencimientos de 120.000 millones de euros. Esta cifra asciende a los 200.000 millones si se incluyen los compromisos de deuda de la banca hasta finales de 2013.