La temporada de otoño-invierno. Ese es el momento en el que Inditex podrá empezar a remontar el vuelo y quizás volver a ganar talla en bolsa. La compañía de moda gallega, que al igual que el resto de su sector está acusando el frenazo generalizado del consumo, lo tendrá muy complicado para crecer antes del próximo verano.
El problema radica en que el grupo consiguió en el primer semestre del presente ejercicio fiscal -entre febrero y agosto del año pasado- un crecimiento muy fuerte, del 7 por ciento en ventas en superficie comparable, es decir teniendo en cuenta el mismo número de tiendas. Un listón difícil de saltar.
Y es que, en plena recesión, ahora resulta muy complicado superar ese registro récord, por lo que, según advierten los analistas, habrá que esperar por lo menos hasta agosto o septiembre para que las comparaciones vuelvan a ser otra vez positivas para la gallega.
Unas cifras difíciles de superar
Inditex (ITX.MC) no ha presentado todavía los datos del segundo semestre del ejercicio, que cierra el próximo 29 de febrero, pero todo indica que se quedará muy lejos de ese 7 por ciento, más aún si se tiene en cuenta el parón del consumo tras la temporada de verano.
De hecho, fuentes de la compañía reconocen que existe una atadura que "será muy difícil superar hasta después de julio o agosto". Y es que el grupo no había crecido a un ritmo semejante desde el segundo semestre de 2004, cuando las ventas en superficie comparable se incrementaron hasta un 10 por ciento.
Fuerte caída en el mercado
Desde que la acción de la compañía que preside Amancio Ortega alcanzará el pasado 7 de noviembre máximos históricos en el mercado -ese día cerró a 53,25 euros por título-, no ha parado de caer. Inditex ha cedido desde entonces más de un tercio de su valor, cerrando ayer a 34,27 euros.
Más allá del frenazo en el consumo, que está castigando a todas las empresas del sector, la compañía no encuentra ninguna explicación lógica a esta caída que, en su opinión, no está justificada. De hecho, el consenso de los analistas prevé que su beneficio siga creciendo sin problemas y supere este año los 1.400 millones de euros, lo que supondría un incremento del 14,3 por ciento respecto al estimado para el presente ejercicio (ver gráfico adjunto).
Acelerar el plan de expansión internacional
El listón está alto, pero prácticamente la totalidad de los analistas reconoce que la compañía sigue teniendo un fuerte potencial alcista. El precio objetivo varía así en los 56 euros por título que fijan los expertos de La Caixa y los 37 euros que estima HSBC.
El único gran banco de inversión que recomienda vender, entre los últimos que han revisado la valoración de la empresa, es JP Morgan (véase gráfico). En su opinión, el precio de la acción de la dueña de Zara, Stradivarius y Massimo Dutti puede caer aún más: hasta 32 euros.
De momento, para sortear el parón del consumo en España, Inditex ha decidido acelerar su plan de expansión internacional y abrir este año más tiendas que nunca en toda su historia, tal y como adelantó elEconomista el pasado 21 de enero. La compañía reconoce que se van a abrir, aproximadamente, entre 520 y 560 tiendas en todo el mundo.
Buenos síntomas
La cadena podría superar con ello los 4.200 establecimientos a nivel global. Actualmente, está inaugurando el 80 por ciento en el mercado internacional y el 20 por ciento restante en España y, según la empresa, "no hay síntomas que nos hagan pensar en cambiarlo".
Además, la idea de Inditex es incrementar esa tendencia y abrir hasta el 90 por ciento de los establecimiento fuera de España y el 10 por ciento en el mercado nacional, según afirman en la empresa.
Mirar hacia los mercados emergentes
Europa del Este y Rusia coparon gran parte de las inauguraciones de Inditex fuera de España en 2007, pero ahora la empresa gallega tiene la vista puesta en otros mercados. Para empezar, va a incrementar el número de tiendas en China, donde abrirá algunas en ciudades como Shenzen y Tianjin.
Además, la textil ha anunciado que ya prepara el asalto a cuatro nuevos mercados: Corea, Ucrania, Egipto y Montenegro, en la antigua Yugoslavia. Si logra cumplir sus objetivos, Inditex estaría abriendo prácticamente el doble de tiendas de las que inauguraba a comienzos de la década.
A la espera de que se conozcan los resultados al cierre del ejercicio pasado, que en su caso concluye el próximo 29 de febrero, el beneficio neto de Inditex se incrementó entre marzo y noviembre un 30 por ciento, hasta 825 millones de euros. Y la cifra de negocios avanzó también a buen ritmo. Durante el mismo periodo, se incrementó un 17 por ciento, hasta 6.633 millones de euros.
Con presencia en 64 países de todo el mundo, la cadena textil gallega obtiene ya el 60,4 por ciento de sus ingresos en el mercado internacional, lo que le permite estar también menos expuesta a una posible caída del consumo en España. La vista, sin embargo, sigue fijada en otoño.