PARÍS (Reuters) - El gobierno conservador del presidente francés, Nicolas Sarkozy, está intentando prevenir una serie de cierres de importantes empresas industriales y despidos masivos, menos de cuatro meses antes de unas elecciones presidenciales cada vez más centradas en el declive económico de la nación.
El lunes, un tribunal comercial parisino ordenó la liquidación del operador de ferris en el Canal SeaFrance, amenazando más de 800 empleos. Además, unos 550 trabajadores del sector petrolero se enfrentan al desempleo por el probable cierre de una refinería francesa propiedad de la atribulada firma suiza Petroplus.
Mientras las empresas se preparan para una recesión, Sarkozy celebrará una cumbre de empleo el 18 de enero con sindicatos y patronales. Sarkozy espera asegurar un consenso para suavizar las estrictas regulaciones laborales al menos de forma temporal, para que las empresas puedan ajustarse para la situación económica recortando las horas de los trabajadores en lugar de despidiéndoles.
Reflejando los problemas económicos que afectan al mundo desarrollado, también se esperan fuertes recortes de empleos en los bancos Societe Generale, Natixis y Credit Agricole, que dijo el mes pasado que cerrará su negocio de operaciones de materias primas y reducirá 2.350 empleos en banca de inversión.
El desempleo está en un máximo de 12 años, y el Gobierno quiere evitar nuevos despidos que puedan manchar el historial de Sarkozy antes de las elecciones de abril y mayo, en las que se espera opte a un segundo mandato de cinco años.
Sarkozy dijo que sus ministros de Transporte y Medio Ambiente se reunirían el martes con personal de SeaFrance y el liquidador nombrado por el tribunal para buscar opciones de ayuda estatal.
"Una solución es posible y el Gobierno hará todo lo que pueda en cualquier caso para asegurarse de que así ocurre", dijo Sarkozy en una visita a Berlín.
Sarkozy se enfrenta también a la amenaza de cierre de la planta Petit Couronne de Petroplus, después de que los acreedores de la empresa extendieran una congelación sobre sus líneas de crédito.
Los trabajadores están considerando huelgas a menos que las autoridades intervengan con un plan para salvaguardar los 550 puestos de trabajo en la planta, situada cerca de a ciudad de Rouen, en el noroeste.
El ministro de Industria, Eric Besson, tenía previsto reunirse el lunes con los trabajadores. Pero el candidato socialista a la presidencia, François Hollande, que está delante de Sarkozy en los sondeos de opinión, ya ha visitado la planta con otros candidatos para denunciar los cierres industriales.
Dispuesto a estropear la cumbre de empleo del presidente, Hollande dijo el domingo que se reunirá esta semana con líderes sindicales antes de desvelar su programa político.