La compra de Torre Picasso por 400 millones de euros a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) ha sido el nuevo golpe del fundador de Inditex a los fondos buitres que planean sobre el debilitado mercado español y otro éxito para la constructora presidida por Baldomero Falcones, inmersa en una política de hacer caja con sus activos inmobiliarios.
Amancio Ortega quería un rascacielos en La Castellana de Madrid. Y ya lo tiene, sin necesidad de esperar la llegada de Los Reyes Magos. El empresario tiene desde ayer su rascacielos: una superficie total construida de unos 121.000 metros cuadrados y 45 plantas, de las que 42 son de alquiler de oficinas.
Con la compra de Torre Picasso, un edificio de 45 plantas ubicado en pleno eje del Paseo de La Castellana y uno de los inmuebles más atractivos de oficinas de Madrid, Amancio Ortega se convierte en el rey de La Castellana. Por derecho propio y porque ha sabido hacer bien los deberes.
A través de su sociedad de inversión Pontegadea, el fundador de Inditex y una de las diez mayores fortunas del mundo según la revista Forbes se ha erigido como el mayor inversor privado de este eje, y es por detrás de la Administración Pública -propietaria de casi medio millón de metros cuadrados- quien más inmuebles tiene en propiedad.
Según los analistas consultados por elEconomista, la cartera de Pontegadea en La Castellana es envidiable "en cuanto a posicionamiento y a su calidad". "Tomen nota", advierte un consultor bolígrafo en mano: Castellana, 79 (antigua sede de Axa); Castellana, 92 (antigua sede de Terra);
Castellana, 35 (sede de Caja Duro) y Castellana, 24 (edificio emblemático del Banco Santander) y, desde ayer, el singular edificio de Azca.
La compra de Torre Picasso generará al empresario unos 30 millones de euros al año sólo en concepto de alquileres -entre sus inquilinos están CB Richard Ellis, Accenture o la consultora Ernst & Young-.
El rey Midas, como le llaman algunos consultores que insisten en que todo lo que toca se convierte en oro, demuestra que sabe moverse como pez en el agua en un sector que no pasa por sus mejores momentos.
Su nueva faceta de inversor en ladrillo (que no en vivienda) se caracteriza por unos resultados muy calculados en operaciones que, de momento, le han sido muy rentables . Y la compra de Torre Picasso así lo confirma. Según datos oficiales de FCC, la compañía que gestiona la torre obtuvo en 2009 unos 26 millones de euros por las rentas del edificio.
Comprar para alquilar
Esta operación, que finalmente se ha cerrado con 400 millones de euros, igualaría a la inversión que realizó en 2007 para hacerse con la sede del Banco Santander en el ma- drileño Paseo de La Castellana y otros diez edificios emblemáticos que la entidad tenía distribuidos por el resto de España.
Para los analistas, el empresario leonés busca un refugio seguro para sus inversiones y qué mejor que hacerlo en un sector con unas oportunidades como es ahora el inmobiliario. Los precios han caído más del 20 por ciento desde el inicio de la crisis y el mercado ofrece buenas ofertas ya que muchas entidades financieras y numerosas empresas han puesto a la venta sus propiedades para sanear sus balances y obtener liquidez.
Ha sido el caso de FCC y el nuevo tanto que se ha marcado el empresario que, sin ser el perfil de un inmobiliario al uso -véase Luis Portillo o Enrique Bañuelos, entre otros muchos- y sin un MBA en su currículo, ha puesto de moda una fórmula denominada sale & léase back, es decir, comprar oficinas en la que los hasta ahora propietarios siguen quedándose como inquilinos por un período de 25 a 40 años.
La inclusión en el ladrillo de Amancio Ortega vino tras la salida a bolsa de Inditex hace ahora diez años. Su primera compra fueron cuatro hoteles de la cadena NH en Madrid, Pamplona, Bilbao y Lérida. Hoy su cartera inmobiliaria -principalmente oficinas, locales y hoteles- está presente en Madrid, Barcelona y La Coruña.
En la capital, además de La Castellana, tiene propiedades en otras calles también muy cotizadas como en Recoletos, Ortega y Gasset, Serrano, Montalbán y Plaza de la Independencia.
Adelgazar deuda
En FCC, la satisfacción por sanear sus cuentas antes de que acabara el año era absoluta. Y faltaban horas. Además de Torre Picasso, la constructora se ha quitado otros dos pesos pesados como son las sedes corporativas de construcción de Barcelona (Balmes) y Madrid (Federico Salmón), vendidos al dueño de Azkar, Luis Fernández Somoza, por 60 millones de euros.
Y en 2012, año nuevo, ventas nuevas. Fuentes cercanas anuncian que la constructora prevé adelgazar su deuda con la venta de parte de su negocio energético.