Empresas y finanzas

Las nucleares pagarán 560 millones en impuestos, el triple que en 2005

Las centrales nucleares se han convertido en uno de los principales objetivos para la recaudación por parte de las administraciones públicas. Según las estimaciones que ha realizado el sector, el parque de generación eléctrica nuclear español abonará 560 millones de euros durante el ejercicio 2011 en concepto de tasas y tributos, lo que supone más que triplicar lo que se pagaba en el año 2005.

Concretamente, esta cantidad representa un incremento del 261% respecto a los 155 millones de euros que abonaban, hace apenas seis años, los propietarios de los seis enclaves españoles: Cofrentes, Almaraz, Trillo, Vandellós, Ascó y Garoña.

Los tributos se han prácticamente duplicado en dicho periodo de tiempo, al pasar de los 78 millones de euros desembolsados en 2005 a los 148 millones de euros con los que previsiblemente se cerrará este ejercicio, según las previsiones del sector eléctrico.

Este significativo crecimiento ha venido impulsado, fundamentalmente, por el nacimiento de los llamados impuestos ecológicos, de carácter autonómico (por ejemplo, en Extremadura), y por la aplicación gradual de los impuestos municipales denominados BICES (Bienes Inmuebles de Características Especiales) que han supuesto una carga importante para este tipo de instalaciones.

En la normativa existe la posibilidad de que estos recargos puedan aplicar al recibo de la luz de los ciudadanos de las autonomías que los imponen.

Cuota para Enresa

Por otro lado, la mayor carga impositiva se produce también por la tasa para mantener el necesario funcionamiento de Enresa, que ha pasado de los 77 millones de euros del año 2005 a los 413 millones con los que los operadores de centrales nucleares culminarán 2011, cifra que representa un aumento del 436%.

Enresa tiene que afrontar la construcción del almacen temporal centralizado de combustible y gestionar los residuos de las centrales. El anterior gobierno después de haber cerrado prácticamente el proceso para adjudicarle a Zarra el llamado ATC decidió dejar el asunto sin resolver de tal forma que desde aquel momento el coste de mantener los residuos nucleares en Francia ya supone 26 millones de euros y ha dejado en herencia para el ministro, José Manuel Soria, una de las decisiones más polémicas.

En los últimos meses se ha barajado la posibilidad de crear un canon específico para la energía nuclear y la hidráulica.

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