Lisboa, 7 feb (EFECOM).- La constructora Mota-Engil está interesada en la compra del 50,1 por ciento del capital de la empresa de servicios de asistencia en tierra Grounforce Portugal que controla el grupo español Globalia, según el presidente de TAP, Fernando Pinto.
El directivo, cuya compañía detenta el restante 49,9 por ciento de Grounforce Portugal, dijo en declaraciones difundidas hoy que "Mota-Engil estuvo siempre interesada en el negocio", aunque matizó que hay también dos empresas extranjeras que ya mostraron su deseo por tomar parte en el proceso.
Las declaraciones de Pinto siguen al anuncio ayer por parte de la aerolínea lusa TAP, con participación estatal, del acuerdo alcanzado con Globalia para buscar empresas interesadas en la compra del 50,1 por ciento de la española en Grounforce Portugal.
Pinto reconoció que la iniciativa puso fin a "un matrimonio con muchos problemas de comunicación que no resultó".
Globalia pretendía reforzar la presencia internacional de Grounforce, una opción que según analistas portugueses chocó con la prioridad de TAP de mejorar la calidad del servicio prestada en el aeropuerto lisboeta de Portela.
Los dos accionistas chocaron también a la hora de elegir el sustituto del administrador de la empresa, Angelo Esteves, puesto que recayó, finalmente, en Timoteo Gonçalves, ejecutivo proveniente de Halcón Viajes.
La falta de entendimiento en la dirección de la compañía repercutió en las relaciones con los trabajadores, que llevaron a cabo dos protestas en los últimos meses.
El Sindicato de Técnicos de Handlihg de Aeropuertos convocó el pasado agosto una huelga de 48 horas tras la falta de acuerdo con la patronal por la revisión de los salarios y en protesta por unos horarios que consideraba ilegales.
Los trabajadores de Groundforce Portugal demandaron la pasada semana que los 2.900 empleados de la firma volviesen a ser contratados por TAP y que quedase sin efecto la privatización de la empresa.
La prensa portuguesa informó de que Globalia pagó en 2003 cerca de 45 millones de euros por el 50,1 por ciento de Groundforce Portugal, a través de un contrato que prevé que en el caso de no encontrarse comprador sería TAP la compañía que volvería a adquirir el resto de los activos de la empresa de servicios.
El presidente de Mota-Engil, Antonio Mota, anunció el pasado septiembre el interés de su compañía, la mayor constructora portuguesa, por entrar en el capital de la compañía de "handling".
Mota-Engil había acudido en infructuosamente en 2004 al concurso de privatización de Groundforce Portugal. EFECOM
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