
El Grupo Sabadell no sólo dará un paso de gigante en cuanto acrecimiento global de balance y gestión de negocio. En la Comunidad Valenciana, donde la CAM tiene su mayor peso relativo, la entidad que preside Josep Oliu se catapultará a la segunda posición por cuota de negocio. Hasta ahora, el banco catalán tenía el 3,5%, que se convertirá en un 14,3% de cuota al integrar a la entidad alicantina. Sólo se situará por delante Bankia, que integra a Bancaja, que concentra el 26,2% del negocio bancario de la comunidad autónoma.
Esta es la segunda razón, tras el cambio de escala de tamaño. La primera es el potencial de actividad que se genera en épocas de estabilidad y bonanza económica en esta zona del país. Por tanto, aporta un volumen de actividad bancaria por encima de otros territorios, lo que es atractivo para fortalecer la cuenta de resultados del grupo en un futuro.
El Sabadell, que ya preveía que el Banco de España iba a aceptar su oferta por la CAM, ha tenido que planificar un cambio en su estructura de recursos propios, para acoger a una entidad que supone un 75% de su tamaño.
Así, el pasado viernes, cuando ya se daba por hecho que podría absorber a la caja intervenida, la entidad anunció un canje de preferentes por acciones, lo que supone una ampliación aproximada del 24% de su capital. Este movimiento le permite subir su solvencia y proporcionarle un margen adicional para mejoras posteriores, algo importante ahora que tras la adjudicación de la CAM pasa a ser un banco sistémico según los criterios europeos. La inclusión en tal categoría le forzará a presentar un ratio de solvencia del 9% en junio de 2012.
Para el Sabadell, experto en adquisiciones, no es la primera operación en la crisis. Hace año y medio llegó a un acuerdo para la integración del Guipuzcoano, lo que se convirtió en la primera operación de concentración entre bancos desde el estallido de la crisis.
La segunda, anunciada hace sólo dos meses, fue la concertada entre el Popular y el Pastor, la compra que ha impulsado al Sabadell a pujar fuerte por la CAM.
Pero, ni la de ayer ni la de 2010 son movimientos aislados dentro de la estrategia del Sabadell. En la última década, desde que decidió dar el salto a los mercados bursátiles, se ha caracterizado por crecer más a través de compras que de una manera orgánica.
El banco de la burguesía catalana se reconvirtió en un banco cada vez más grande, en la vanguardia de la tecnología y con intereses en todo el territorio natural.
La gran carrera por el tamaño se inició en 2000, con la compra a La Caixa del asturiano, Banco Herrero, a través de un intercambio accionarial que luego se deshizo.
Tres años después se hizo el Atlántico, una revolución en volumen solo comparable a la de ahora y que también conllevó una ampliación de capital.
En 2006 es el Banco Urquijo el que cae en la órbita del Sabadell, que gana con la adquisición un considerable peso en la banca privada. El consejero delegado de esta entidad hasta la integración, el fallecido Alfonso Tolcheff, tuvo mucho que ver en la siguiente compra, la del Transatlantic Bank, en Miami, la más importante operación de internacionalización hasta esa fecha, con permiso del mexicano Bajío.
En el verano pasado, siguiendo en esta línea se adjudicó un pequeño banco, el Lydian Private, que se unen a los ya adquiridos Mellon y el negocio de BBVA en Florida.