
Bolsámetro
¿Qué hará este valor en la próxima sesión? | |
IBERDROLA | |
EDF | |
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Con los franceses de Gadonneix rondando a Iberdrola es hora de refrescar en qué punto se encuentran los derechos de voto y los posibles blindajes que existen en la eléctrica. Lo cierto es que en los Estatutos Sociales de la empresa se priman aquellas ofertas que vayan a por el cien por cien de la compañía y en metálico, pero a la espera de lo que pueda ocurrir en las próximas semanas, hay que barajar todas las posibilidades.
En un principio, los derechos de voto de los accionistas están limitados al 10 por ciento aunque esto cambiará si un comprador -o varios unidos- se hacen con el 66 por ciento de la eléctrica pagando en metálico.
En este caso, para que fuese posible rechazar una operación de este tipo, los accionistas de Iberdrola, con Sánchez Galán a la cabeza, necesitarían el apoyo del 33 por ciento del capital para oponerse a una toma de control que contase con el apoyo del primer accionistas del grupo, ACS.
El segundo supuesto en el que queda eliminada la limitación del diez por ciento consiste en que el oferente en lugar de 'cash' ponga valores sobre la mesa.
De esta forma, Galán tendría que contar con un apoyo del 25,01 por ciento del capital para resistir. En este caso, suponiendo que el grupo de Florentino Pérez se aliase con EDF, aparecería en la palestra una pieza clave para el presidente de la eléctrica si quisiera poner freno a una operación hostil: las cajas de ahorro, que rozan el 20 por ciento del capital de la eléctrica.
'Escudos'
Este equilibrio de votos y estrategias no sería necesario, ni posible, en el caso de las grandes eléctricas europeas. El caso de EDF, concretamente, es el más destacado puesto que el Estado controla el 85 por ciento de su capital. De esta forma, ninguna compañía privada podrá hincarle el diente, aunque esto podría covertirse en un obstáculo en el veredicto que los reguladores tendrían que dar en caso de que lance una oferta.
Precisamente esto ocurrió con Enel, en la que el Estado italiano cuenta con una participación del 30 por ciento. Esta presencia del Gobierno de la República en la eléctrica fue uno de los aspectos más criticados por el sector y por la porpia Comisión Nacional de la Energía antes de su desembarco definitivo en Endesa.
También el gigante E.ON cuenta con el escudo protector del Estado. En caso de querer venta sus títulos, los de Wulf Bernotat tendrían las manos atadas por la 'acción de oro' del Estado alemán, que le reserva derecho a vetar cualquier operación.