Empresas y finanzas

La rebaja de 'rating' de las monoline le podría costar a los bancos casi 150.000 millones de dólares

La crisis de las ahora famosas monoline (aseguradoras de bonos) podría costarle a los bancos hasta 143.000 millones de dólares para satisfacer las demandas de los reguladores si estas aseguradoras reciben más rebajas de rating, según estima Barclays Capital y recoge Bloomberg. Hay que recordar que estas empresas, como MBIA o Ambac, básicamente transfieren su calificación crediticia de triple A a los bonos de sus clientes, a cambio de una comisión.

Según un informe del analista de Barclays, Paul Fenner-Leitao, los bancos necesitarían unos 22.000 millones adicionales si recortan un grado a estas empresas, hasta AA, a las monoline, y si lo hacen dos peldaños, hasta A, esta cifra se multiplicaría por seis. El pasado 18 de enero, la agencia Fitch fue la primera en rebajar a Ambac a AA, mientras que S&P y Moody´s anunciaron que estaban en proceso de revisión de las aseguradoras de bonos por su exposición a la crisis subprime.

Estas estimaciones se basan en los 820.000 millones de dólares en títulos respaldados por hipotecas subprime que poseen los bancos que cubren estas aseguradoras de bonos, según este informe. "Esto es una gran cantidad, pero los supuestos que estamos utilizando también son muy agresivos", señaló Fenner-Leitao en una entrevista con Bloomberg.

Esta rebaja supondría otro mazazo para los bancos, que de momento ya han presentado pérdidas de más de 133.000 millones de dólares relacionados con la explosión de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, y podría dañar aún más sus ya castigados balances.

La semana pasada, el superintendente de seguros de Nueva York, Eric Dinallo, se reunió con altos cargos de bancos y de firmas de inversión para buscar la manera de "rescatar" a las aseguradoras de bonos y evitar estas rebajas de rating que tanto daño podrían causar en el sistema financiero. Esto hizo que se recuperaran con fuerza en bolsa, aunque siguen habiendo perdido gran parte de su valor, y a la vez fue un respiro para Wall Street, provocando que el miércoles hubiera un espectacular reversal alcista.

Salir a bolsa no siempre es una buena idea

Precisamente el hecho de ser compañías que cotizan en bolsa ha sido parte de su problema, según algunos analistas estadounidenses. Con un negocio en teoría bastante seguro, la necesidad de crecer para ofrecer rendimiento a sus accionistas hizo que se lanzaran al mercado subprime, como complemento a su más tradicional negocio de asegurar bonos de municipalidades y otras instituciones más estables.

Precisamente la solidez de su negocio, más allá de los productos "contaminados", ha hecho, según la prensa británica, que el multimillonario Wilbur Ross se fijara en Ambac. Ross es especialista en salvar empresas con problemas, y según el diario londinenses Evening Standard podría lanzar una oferta en las próximas dos semanas.

Warren Buffet
también está teniendo su papel en los problemas de este tipo de empresas. El famoso inversor ha creado una aseguradora de bonos propia para ayudar a los gobiernos locales a financiar proyectos como el alcantarillado de las ciudades, escuelas, hospitales y otros proyectos públicos. Porque la crisis de las monoline podría afectar severamente a la financiación municipal en Estados Unidos, ya que suelen emitir bonos para obtener dinero que invierten en sus proyectos.

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Comentarios 2

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electron
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Ó sea,que ni de los bonos se puede uno fiar.Pero¿qué ha hecho toda ésta chusma neoliberal que se ha cargado todo tipo de controles y regulaciones para estafar a mansalva?Se van a cargar todo el sistema financiero.No son de fiar,ni bancos,ni cajas!!!!

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Pedro
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La primera fase sería esta : este verano , en vez de darle seguridad a los mercados, las medidas de los bancos centrales tuvieron el efecto opuesto. Resultó que los participantes en el mercado no son infinitamente estúpidos. Ellos saben, por conocimiento propio, que, en el fondo, esto no es una crisis de liquidez... Es toda una crisis de solvencia que surgió porque estallaron simultáneamente dos burbujas gigantescas y vinculadas entre sí "”una en los inmuebles, otra en el crédito"” lo cual dejó a los bancos y a los inversionistas al borde de la bancarrota, algunos colgando de las uñas. Sin embargo, los bancos centrales no ofrecen nada en esta fase para aliviar la crisis de solvencia. Así que el mensaje del pasado verano es que los bancos centrales no tienen un plan de juego. Ahora viene la siguiente fase : las medidas de los bancos centrales probablemente serán sólo el precursor de operaciones mucho más importantes, pero controversiales, para asegurar la solvencia del sistema financiero internacional. La distinción entre los problemas de iliquidez y de solvencia, que es lo que se ve como el siguiente desafío para las autoridades monetarias en todo el mundo", se ilustra en el caso del banco Northern Rock, que parecía inicialmente una crisis de liquidez pero ahora se ha descubierto un "problema de solvencia". Desde el verano la esperanza ha sido que el proceso de establecer un nuevo valor menor para los activos hipotecarios se prolongaría hasta fin de año, después de lo cual los bancos que salieran severamente heridos captarían capital de los inversionistas y retornarían a las operaciones normales en el año venidero... este supuesto resultó demasiado optimista... la crisis de liquidez del verano se ha convertido en una pérdida de confianza en la solvencia a largo plazo de los bancos del sistema bancario global. La única manera de romper este "círculo vicioso" es que los bancos convenzan a los inversionistas que sus balances de fin de año ofrecen un panorama honesto de sus pérdidas potenciales y las nuevas necesidades de capita. Si no, casi con toda certeza los gobiernos tendrán que intervenir directamente para ponerle un piso a los valores hipotecarios, suscribiendo la solvencia, al igual que la liquidez, de los bancos... Si los bancos, sus auditores y accionistas, no pueden hacer eso con rapidez, entonces se hará inevitable la intervención de los gobiernos para suscribir la solvencia y la liquidez de los bancos . Al escribir estas últimas palabras soy consciente de que estamos al borde de algo del estilo de la Gran Depresión , así como del final de la globalización financiera . Mi dirección de correo electrónico es limpisimo@hotmail.com . Si alguien quisiese escribirme , sería bienvenido . En "Los Señores de las Sombras" , Daniel Estulin ya hablaba de esto .

Puntuación 5
#2