
Madrid, 25 ene (EFECOM).- El sector hortofrutícola español quiere resarcirse de su pasado "pirata" y, tras años de negociaciones, ha comenzado a avanzar hacia la regularización de las explotaciones que plantaban sin licencia variedades sujetas a derechos de propiedad intelectual.
El cultivo sin derechos de variedades vegetales obtenidas por centros de investigación agrícola ha generado un tradicional conflicto entre los agricultores y los representantes de las empresas obtentoras, que en ocasiones ha llegado a los tribunales y ahora quiere superarse a través de convenios de regularización.
El pasado 22 de enero la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) alcanzaban un acuerdo con la firma Geslive, representante de empresas obtentoras de variedades que se cultivan en España.
Este convenio, el primero de ámbito estatal, se suma a otros ya alcanzados en algunas Comunidades, como el firmado en noviembre entre productores catalanes y Plantinova, otra firma de representación de obtentores, y que el próximo lunes será suscrito también por cultivadores murcianos.
La coincidencia en el tiempo de varios de estos convenios, de carácter voluntario y que ofrecen condiciones económicas ventajosas para la regularización de las plantaciones, parece confirmar el nuevo clima que viven las dos partes hasta ahora enfrentadas.
Según explicó a Efeagro el responsable de frutas y hortalizas de UPA, Antonio Moreno, la multiplicación de variedades protegidas sin licencia era vista hasta hace unos años por los campesinos como "una práctica de toda la vida" y que se realizaba "sin ningún tipo de maldad", normalmente a partir de injertos.
Sin embargo, el desarrollo de una normativa, primero comunitaria y después española, de protección de las variedades vegetales cambió esta situación, al impulsar las reclamaciones de firmas como Geslive y Plantinova, cuya labor sería similar a la de una Sociedad General de Autores de los vegetales.
En algunos casos, estas demandas llegaron hasta los tribunales y las sentencias más habituales incluían multas y el arranque de los cultivos ilegales, según explica el responsable de transferencia de tecnología frutal de Geslive, Valentín Villarroel, cuya firma suma unos doscientos procesos.
La presión de esas condenas es uno de los motivos que han llevado a los agricultores a buscar convenios y conseguir rebajas en el precio de unos derechos de patente que en ocasiones juzgaban excesivos, y que en función de la variedad puede ir de los 150 euros por hectárea hasta los 10.000, según datos de Geslive.
El consejero delegado de Plantinova, Lluis Masvidal, destaca además que los agricultores necesitan cada vez más información técnica sobre el cultivo de nuevas variedades, unos conocimientos que sólo pueden obtenerse a través del pago de licencias.
En este sentido, el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Josep Cabré, subrayó que los convenios alcanzados permitirán el acceso a las últimas novedades obtenidas por centros de investigación extranjeros que hasta ahora se negaban a introducirlas en España por miedo a su copia ilegal.
La mayoría de los obtentores de estas nuevas variedades son centros extranjeros, con la excepción de la firma catalana Agromillora, especializada en frutas de hueso, vides y olivos.
En el "top-manta" de las frutas destacan algunas variedades de fruta de hueso, como melocotones y nectarinas, aunque también hay especies de albaricoque, ciruela, mandarina o almendra, entre otras.
Es difícil precisar cuantas hectáreas "pirata" existen a día de hoy en España, pues sólo se cuenta con algunas estimaciones.
Así, desde Plantinova se calcula que las explotaciones ilegales podrían alcanzar entre el cincuenta y el cien por cien de las legales y desde Geslive se indica, citando datos del Ministerio de Agricultura, que en 2005 se estimaban unas 200.000 hectáreas potenciales sin licencia de las ocho variedades más comunes.
A la espera de ver la acogida que estos convenios tendrán entre los agricultores, el futuro parece pasar por el entendimiento entre ambas partes, con la colaboración de la Administración, para que España deje de ser refugio de plantaciones pirata y el "copyright" se afiance también en el reino vegetal. EFECOM
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