Empresas y finanzas

Presidente de Nokia pide perdón por el cierre de la fábrica en Bochum

Espoo (Finlandia) 24 ene (EFECOM).- El presidente de Nokia, Olli-Pekka Kallasvuo, pidió hoy perdón públicamente por el cierre de la planta que el fabricante finlandés tiene en la localidad alemana de Bochum, en la que trabajan 2.300 personas, y explicó las razones que le llevaron a tomar lo que llamó "una dolorosa medida".

"Quiero disculparme por haber llegado a una situación en la que tenemos que cerrar la fábrica de Bochum", dijo Kallasvuo en rueda de prensa en la sede de Nokia en Espoo (Finlandia).

La comparecencia ante los periodistas debía servir para analizar los impresionantes resultados anuales de Nokia en 2007, publicados hoy, pero estos se vieron eclipsados por las explicaciones de su presidente sobre el cierre de la planta alemana.

"Tomar una decisión de este tipo no es nada fácil, porque significa dolor, tristeza y rabia para muchas personas", señaló.

El presidente de Nokia subrayó que el cierre de Bochum afectará gravemente a sus 2.300 empleados, pero también tendrá consecuencias negativas para el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles.

Kallasvuo señaló que clausurar la planta "saldrá muy caro" a Nokia, que deberá pagar grandes indemnizaciones, además de empeorar la reputación de la compañía.

Sin embargo, defendió la necesidad de tomar esta medida "porque Bochum no es una empresa competitiva en este tipo de industria".

La planta de Bochum fabricaba televisores cuando Nokia la compró hace casi 20 años, y tuvo que invertir 600 millones de euros para adaptarla a la producción de teléfonos móviles.

Según Kallasvuo, hoy día la fábrica alemana supone el 23 por ciento de los costes laborales totales de Nokia, mientras que sólo produce el 6 por ciento de los teléfonos móviles de la marca finlandesa.

"El precio medio de los celulares ha bajado de 160 euros a 105 euros en los últimos cuatro 4 años, mientras que los salarios en Bochum han crecido alrededor del 20 por ciento en el mismo periodo", explicó.

Además, Nokia no pudo conseguir que sus proveedores se establecieran en la región debido a los altos costes laborales en Alemania, lo cual le creó graves problemas de logística.

El presidente de la compañía prometió que, en las negociaciones con los sindicatos y las autoridades alemanas, adoptarán una postura "justa y responsable" para intentar encontrar una solución satisfactoria para los trabajadores.

Respecto a las fuertes críticas que despertó el anuncio del cierre, sobre todo por no haber avisado antes al comité de empresa, el presidente de Nokia afirmó que la reacción de la gente les impidió explicar sus motivos.

También admitió que cometieron errores en la forma de comunicar la noticia. "Podríamos haberlo hecho mejor. No sé exactamente por qué, pero por alguna razón no fuimos capaces de hacer llegar nuestro mensaje", confesó. EFECOM

Jg/rz/prb

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