
Los autores pueden empezar a respirar algo más tranquilos. En la SGAE las cosas están cambiando y, tras la dimisión el pasado verano de su expresidente, Teddy Bautista, la sociedad ha puesto ya en marcha la venta de Arteria. Este proyecto faraónico de teatros y espacios escénicos por todo el mundo, requirió una inversión de 300 millones de euros y Bautista no dudo para ello en usar como aval los derechos de los autores, lo que comprometía sus ingresos futuros.
Según han confirmado fuentes de la entidad, se ha seleccionado como finalistas a tres grandes consultoras inmobiliarias para materializar la operación: Richard Ellis, Aguirre Newman e Irea. La que resulte elegida será la encargada de poner precio y buscar compradores. "Sabemos que la situación del mercado inmobiliario no es buena, pero hemos recibido ya ofertas interesantes, sobre todo por los espacios que tenemos en México DF y Buenos Aires, con lo que confiamos en poder cerrar la venta del conjunto en un plazo máximo de un año".
Ofertas con rebajas
En las últimas semanas, la SGAE ha recibido también varias ofertas de fondos buitres, que han planteado la posibilidad de quedarse con la red si realiza un descuento de, al menos, un 50%. Pero eso es algo que, a la espera de la junta que resulte elegida tras las elecciones de enero, los gestores que están llevando a cabo la transición, descartan por completo. La red está valorada, en un principio, en 300 millones de euros y ese es el precio que se quiere obtener por ella.
Al margen de la situación actual del mercado, uno de los problemas añadidos es que los autores han reclamado que la venta de los edificios se realice a operadores que vayan a seguir explotándolos como espacios culturales, evitando así verlos convertidos en tiendas de moda o centros comerciales. La SGAE era hasta ahora la dueña de los edificios, pero los alquilaba a terceros para su explotación como teatros o auditorios.
El actual secretario general, Francisco Galindo, se ha comprometido a ello, aunque sabe que así será aún más difícil. Y eso que hay edificios emblemáticos como el teatro Lope de Vega o el Coliseum, adquiridos por 90 millones de euros hace apenas un par de años.
La compra de los teatros fue acompañada además de la adquisición de pisos y locales comerciales, que también habrá que vender para sanear las cuentas y seguir comprometiendo los derechos de los autores.