Empresas y finanzas

La banca contrae el crédito ya un 6% y prevé otra caída del 5% el próximo año

  • La banca continúa con su política de contracción del crédito en España.
  • Las nueva líneas de financiación se desploman, principalmente en el segmento de hipotecas

Los datos publicados por las grandes entidades correspondientes a septiembre indican que los préstamos concedidos a familias y empresas han caído ya más de un 6 por ciento. Y las previsiones que contemplan no son nada halagüeñas, ya que se espera que continúe su tendencia a la baja el próximo año, cuando descenderá otro 5 por ciento.

Todos los grupos no desglosan el volumen de créditos al sector privado residente en nuestro país, pero, con las cifras de agosto, Banesto no perdió prácticamente cuota de mercado en este segmento a pesar de haber disminuido esta partida un 8 por ciento y Bankia, que mantuvo también el mismo peso en el conjunto del sistema, la redujo en un 6,2 por ciento.

A estos datos, hay que añadir la fuerte caída de la inversión crediticia de la red Santander, que en los nueve primeros meses se contrajo más de un 7 por ciento. En este volumen, el grupo cántabro incluye además de la financiación al sector privado las líneas concedidas a la Administración Pública. Como éstas muestran una evolución al alza, se estima que el volumen de préstamos a familias y empresas en, al menos, un 7,5 por ciento. Las entidades achacan este desplome de la financiación a la situación por la que atraviesa la economía, con un retroceso de la actividad en general y un hundimiento de la demanda solvente.

Reducción de activos en riesgo

Sin embargo, los expertos destacan que la necesidad de los grupos financieros de reducir sus activos en riesgo para elevar su solvencia y evitar una subida aún mayor de la morosidad es una de las causas principales del cierre del crédito.

Esta necesidad será aún más urgente en el corto plazo debido a las exigencias de capital reclamadas por la UE. Algunos de los afectados, como el Popular, han advertido ya de ello.

Ninguno de los cinco españoles afectados por el plan de reforzamiento del sistema comunitario tiene intención de ampliar capital ni de pedir ayudas públicas, por lo que sacrificarán el crédito vía reducción de activos en riesgo para mantener su política de dividendos y su estrategia de compras selectivas.

Ante esta situación los empresarios se mostraron ayer preocupados por la restricción a la financiación. Las patronales CEOE y Cepyme consideraron que los nuevos requerimientos suponen "una amenaza importante al flujo de crédito desde el sistema financiero", en un momento en el cual la falta de liquidez es "el principal factor de estrangulamiento para el tejido productivo español".

Desde el Gobierno, sin embargo, quitaron hierro a este problema. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, aseguró que "en términos agregados no hay que evaluar el crecimiento negativo del crédito como un mal comportamiento", porque lo importante, resaltó, es comprobar como en algunos sectores de la economía no relacionados con lo inmobiliario aumenta.

Algunos bancos han adelantado sus estimaciones para el próximo año. Tanto BBVA como el Santander considera que en el conjunto del sistema los volúmenes de financiación caerán otro 4 ó 5 por ciento, que se sumará al descenso de 2010 y 2011.

Nueva producción, en picado

Los saldos de préstamos no suben porque la nueva producción se ha desplomado hasta niveles no vistos desde hace más de una década y no es suficiente para compensar el vencimiento de los concedidos con anterioridad. Sólo a las Administraciones Públicas el crédito avanza. Y lo hace a doble dígito.

Las hipotecas son las que más sufren el cierre del flujo. Las nuevas operaciones para la compra de viviendas se hundió más de un 31 por ciento en agosto, frente al mismo mes de 2010. El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, manifestó esta semana que "damos hipotecas homeopáticas", para explicar que apenas se cierran contratos de este tipo en la actualidad.

Eso sí, afirmó que éste es un "mal negocio", ya que la actividad de los bancos es conceder préstamos. Y cuántos menos se den menos beneficios se obtienen.

Para las empresas, las nuevas líneas de financiación han caído menos, pero el descenso también es relevante. En agosto, un mes de poca actividad por las vacaciones veraniegas, se redujeron entre un 8 y un 14 por ciento, en función de los importes, según los últimos datos del Banco de España.

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