
La mejor noticia que ha tenido en toda su historia la industria española fuera de nuestras fronteras ha tenido en vilo al Ministerio de Fomento durante más de un año.
Una vez que se ha firmado definitivamente el contrato para que un consorcio nacional construya, explote y mantenga el AVE a La Meca, comienzan a saberse algunos detalles de las grandes complicaciones que ha tenido todo el proceso. Sobre todo por las injerencias de la diplomacia francesa, que intentó hasta el último minuto hacer cambiar de opinión a las autoridades saudíes.
Fuentes solventes del propio Ministerio reconocían esta semana a este periódico que la noticia de que España había ganado se conocía desde el 19 de noviembre del año pasado. Al día siguiente, el 20 de noviembre de 2010, elEconomista publicaba que el consorcio liderado por Talgo tenía práctica- mente el contrato ganado, a falta de la rúbrica final. Incluso Fomento ha confesado que tenía preparada ya la nota de prensa desde ese día, pero el miedo a perder la licitación llevó al equipo de José Blanco a extremar las precauciones.
Intensas negociaciones
Durante el último año las negociaciones han sido intensas e incluso el último plazo dado para decidir, agotado el pasado 16 de octubre, expiró sin saberse el ganador. Los miedos se disparaban y varios miembros del consorcio se temían (incluso la noche antes de la confirmación oficial) un retraso hasta después de las elecciones del 20-N. El último sprint de Fomento unido a la colaboración del Rey, que estos días ha tenido un mayor contacto con la Familia Real saudí por la muerte del Príncipe heredero, han hecho el resto.
Ahora le toca a España cumplir las expectativas y fabricar un excelente AVE en un terreno con grandes dificultades, que sirva de escaparate mundial para exportar el Made in Spain de la alta velocidad ferroviaria en todo el mundo.