¿Van a seguir bajando los pisos? Es la pregunta más escuchada desde que comenzó la crisis y para la que ni siquiera el presidente de la asociación que más sabe de esto, la asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), tiene respuesta.
José Manuel Galindo, responsable también de los promotores madrileños, no puede hablar de precios y mucho menos de fechas para el fin de esta crisis; lo que sí sabe es que el sector "no va a recibir precisamente el Goya" ni éste ni el próximo año. Aún queda....
Lo sentimos, pero la primera pregunta es la pregunta que todos quieren saber. ¿Es buen momento para comprar o todavía veremos bajadas de precios?
Estamos en un ajuste del 26%, aunque va por zonas, porque el valor lo pone el mercado. Es buen momento para comprar si se sabe elegir.
¿Cómo respira el sector?
Los indicadores de actividad están todavía en mínimos. Este año se iniciarán unos 90.000 pisos nuevos, cuando en los años del boom se hablaba de 700.000. Y si hablamos de ventas, hay que esperar a ver cómo reaccionará el sector tras la bajada del IVA al 4 por ciento.
Estaría encantado si...
Si llegáramos a las 190.000 ventas de pisos nuevos.
Hay un problema. Las entidades financieras no prestan dinero para comprar pisos.
Ni para comprar ni para promover. La banca está mal. Tiene un exposición al sector importante y es lógico que haya poco dinero para financiar más riesgo inmobiliario. Pero es necesario hacer inversiones en actividades que generen empleo y crecimiento, la única manera de poder devolver luego la deuda.
Pero habla de estímulos cuando desde Europa se nos piden recortes. ¿Cómo se explica esto?
Es necesario controlar el déficit público, pero es cierto que si no se crece, no se va a poder devolver la deuda. Insisto, hay que romper el círculo y buscar inversiones que no incrementen la deuda y sí generen actividad económica.
Y ese sector es el inmobiliario.
Sí, no creo que haya otro sector que genere más retorno. Partimos de un producto, que es la vivienda, que no necesita que nos inventemos la necesidad. Sólo hace falta que la economía vaya bien para que nos compren casas.
¿Pero no estamos oyendo continuamente que sobran?
Sobran porque no hay dinero, pero si la edad de emancipación fuera similar a la de Alemania o Francia, y no hubiera problemas económicos, se necesitarían más de tres millones de casas.
Sin trabajo y sin dinero, no es fácil pedir a los jóvenes que se vayan de sus casas.
No, pero la necesidad existe. En estos países se emancipan cinco años antes. Haga cuentas.
Usted parece que ya las tiene hechas y cerradas.
(Su rapidez no deja lugar a dudas: las tiene hechas). Si por cada vivienda se genera 2,4 puestos del trabajo directo e inducidos en la industria, con un efecto arrastre en 22 sectores económicos, si al mismo tiempo tiene un retorno fiscal entorno al 55% de la inversión y si las Administraciones Públicas recogen dinero como consecuencia de la imposición a la vivienda, por lo que es un dinero de menos que tiene que pedir a los bancos... si sumamos todo y cerramos el círculo, te das cuenta de que la inversión en vivienda genera crecimiento.
Sin embargo, el círculo sigue sin cerrarse.
No se cierra porque los bancos quieren sacar sus propio producto que tienen en cartera y porque no quieren financiar a las Administraciones Públicas porque tienen problemas de déficit.
Al menos les queda la bajada del IVA. ¿Es una medida oportuna?
Las medidas fiscales hay que tomarlas en un momento concreto, pero hay que temporalizarlas. Tienen que tener inicio y fin. En estos momentos hay poco dinero y no podemos pedir que nos ayuden... Lo que hay que buscar son políticas de oferta, cómo puedo producir una vivienda más barata.
¿Y cómo se hace una casa más barata?
La clave es que el suelo cueste menos dinero. Cuando la vivienda era muy cara, el mayor margen era para el suelo. Es necesario que la formación del suelo no sea especulativa, sino que, como en cualquier industria, sea tratada como una materia prima que tiene un precio. Hay que protocolizar la formación de suelo para evitar que sea un bien especulativo. Los precios desorbitados han llevado a corruptelas políticas.
¿Habla de los Ayuntamientos?
No quiero exculpar a nadie, pero los Ayuntamientos no han contado con un sistema de financiación ordinario y se ha financiado a través del urbanismo y de la vivienda. Un error que puede ser foco de corruptelas. Espero que después de esta crisis se replantee este tema.
¿Cómo sobreviven las empresas del sector?
La situación es muy difícil. Tenemos una actividad que precisa de dos materias primas, suelo y crédito. Si no hay mercado se va todo al garete y si no hay crédito no hay mercado. Hay que crear algo de crédito para que haya estabilidad y un precio de referencia. Llevamos tiempo con poco crédito, este año nada y el año que viene, ya lo ha anunciado Botín... mal asunto.